Los sueldos de las diputaciones provinciales se han convertido en uno de los culebrones del verano. Mientras en la Diputación de Alicante son los más altos de todas las instituciones menos la Mesa de las Corts, con su presidente César Sánchez al frente con 90.000 euros al año, en la de Valencia el nuevo equipo de gobierno decidió bajarlos para no ganar más que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que percibe 67.615 euros.

Sólo dos miembros de la Diputación de Valencia de los 31 han renunciado a cobrar del ente provincial. En ambos casos, salen ganando puesto que de sus ayuntamientos ingresan más dinero. Es el caso del concejal de Valencia en Comú en el Ayuntamiento de Valencia y el alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara.

En el caso de Adsuara la ganancia no es muy elevada. Como alcalde percibe 49.400 euros brutos al año, mientras que como diputado raso percibiría 47.250. Eso sí, podrá cobrar los alrededor de 3.000 euros del ente provincial por asistencia a plenos. En total, unos 53.000 euros anuales.

En el caso de Roberto Jaramillo la ganancia es mayor, aunque en este caso no se beneficia él sino su partido, que destina ese dinero a obras sociales. Jaramillo percibe en el Ayuntamiento de Valencia más de 72.000 euros brutos al año, mientras que en la diputación el salario sería de 63.000. Casi 10.000 más cada ejercicio.

Jaramillo explicó a este periódico que ha optado por cobrar del consistorio porque ya estaba recibiendo la nómina cuando fue nombrado diputado. El edil de Valencia en comú explicó que de todas formas su salario es tres veces el sueldo mínimo, es decir, 1.800 euros limpios al mes. El portavoz de partido afín a Podemos explicó que van a renunciar a los 3.000 euros de asistencias a los plenos de la diputación.

Por su parte, Sánchez, no sólo ha repartido salarios altos entre la mayoría de los diputados provinciales de Alicante. Dos de sus asesores, el alcalde de Benissa, Juan Bautista Roselló, y el exdiputado autonómico Antonio Peral, cobrarán todos los años 64.039,20 euros brutos. La cifra es superior a la que perciben los consellers y la vicepresidenta del Consell.