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«Faltan estudios sobre el mosquito tigre»

La química valenciana Pilar Mateo asegura que todavía no existen larvicidas contra el «Aedes albopictus»

La investigadora y química valenciana Pilar Mateo, que ha puesto en marcha una tecnología que erradica la trasmisión de la enfermedad de Chagas que se aplica desde hace años en el Chaco boliviano y que también cuenta con varios proyectos para acabar con la trasmisión de la malaria en paises africanos, indicó ayer que en América Latina el problema de la trasmisión de enfermedades —como el dengue y el chikungunya— a través de los mosquitos, que son los que actúan como vectores de la enfermedad, «es brutal».

A pesar de que el mosquito tigre Aedes albopictus es ya una amenaza real que en la C. Valenciana ha ocasionado el primer casos de la fiebre de la chikungunya, no se puede hablar todavía de larvicidas que eviten su expansión, como sí ocurre con otros dípteros trasmisores de enfermedades infecciosas, que es la especialidad que ha trabajado la empresaria valenciana propietaria de la firma Inesfly.

«No hay control, no hay estudios ni experiencia», asevera la científica que indica que las hembras del mosquito tigre, a diferencia de otras, son muy cuidadosas y limpias a la hora de depositar sus huevos y no los ponen en en cualquier charca de agua estancada, sino que eligen espacios donde vaya a llegar agua limpia, como las pequeñas hendiduras de los árboles que se llenan de líquido nuevo cuando llueve.

Colaboración con Zaragoza

«Depositan los huevos en sitios que se van a inundar y donde va a llegar agua limpia», agrega Mateo que mantiene una estrecha colaboración con el catedrático de la Universidad de Zaragoza, Javier Lucientes, que trabaja con larvicidas en el Delta del Ebro para acotar la presencia del Aedes albopictus en esa zona.

La química recordó que otro mosquito emparentado con el tigre, el Aedes aegypti es el principal responsable de los contagios de dos enfermedades muy extendidas: el dengue y la fiebre amarilla.

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