A las voces críticas del Hospital Provincial de Castelló que han denunciado los problemas registrados en equipos de tratamiento y diagnóstico como los aceleradores lineales o, más recientemente, el PET-TAC, se une ahora el jefe del Servicio de Medicina Nuclear del centro, Alfonso Lara, quien cuestiona la gestión del director gerente, Rafael Arce, al asegurar que se está jugando «con la salud de cientos de personas, maquillando los balances y las cuentas a base de no gastar en equipamientos ni en servicios de mantenimiento».

El departamento que dirige Lara es el único de sus características en toda la provincia y atiende a unos 4.000 pacientes al año, pero hace frente a una serie de deficiencias que han llevado a su responsable a alzar la voz. Uno de los problemas que denuncia en declaraciones a Levante-EMV tiene que ver precisamente con otro equipo del hospital utilizado para el diagnóstico del cáncer y otras enfermedades.

Una de las dos tomocámaras del centro «lleva averiada más de dos años y, dada su antigüedad -tiene dos décadas-, el fabricante la ha declarado obsoleta sin posibilidad de reparación por no existir repuestos ni mantenimiento», explica el jefe del Servicio de Medicina Nuclear. Al respecto, asegura que «durante el casi año y medio que ostenta el cargo de gerente, Rafael Arce no ha mostrado ningún interés en solucionar el tema, rehuyendo hablar y solucionar la compra de un nuevo equipo».

La tomocámara es una herramienta «fundamental» para oncología porque permite conocer la magnitud del tumor, y también sirve para el diagnóstico de afecciones renales o cardiacas , según detalla Lara, quien lamenta la merma asistencial que supone tener uno de los equipos parados desde hace más de dos años. «Cuando la única tomocámara que funciona se avería no se pueden realizar las exploraciones previstas, generando angustia y malestar a los pacientes y trastorno a sus médicos, que necesitan sincronizar los diferentes tipos de tratamientos de oncología según los resultados de las pruebas», explica el especialista, quien añade que «el aumento de las listas de espera diagnósticas y su demora genera una alarma social hoy día inadmisible».

De esta manera, cuando el único equipo en activo, adquirido hace cinco años, se estropea, hay que anular las citas de los pacientes y si hay retrasos en el diagnóstico también «se demora el tratamiento», advierte el especialista.

A pesar de esta situación, Lara afirma que la dirección del hospital ha hecho oídos sordos tras reiteradas reclamaciones de su departamento. Por ello, no duda en lanzar duras críticas a Arce, de quien asegura que su único objetivo es ahorrar a base de recortes.«Es inadmisible que personajes que están de paso, en busca de un currículum para venderse como buenos gestores jueguen con la salud de cientos de personas, maquillando los balances y las cuentas a base de no gastar en equipamientos ni en servicios de mantenimientos de los mismos, y reduciendo personal sanitario al no renovar los contratos que vencen», sentencia el jefe del Servicio de Medicina Nuclear en referencia al director gerente.