El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) notificó ayer en su último boletín informativo el primer caso autóctono en España de chikungunya, una enfermedad viral transmitida por un mosquito, generalmente el Aedes aegypti y el Aedes albopictus, conocido como mosquito tigre.

Como apuntó en su día la Conselleria de Sanitat Universal, también la institución europea sostiene que lo más probable es que el afectado —un hombre de 60 años y vecino de Gandia— se contagiara en su localidad de residencia pese a que los síntomas, que son similares a los de una gripe, comenzaron a manifestarse el 7 de julio, mientras se encontraba de viaje en Francia a donde se había trasladado tres días antes.

La institución europea apunta en su informe que la aparición de un caso autóctono de chikundunya en España, «no es inesperado», ya que el vector que lo trasmite está presente en el territorio valenciano desde 2013 y se han notificado varios casos importados de esta enfermedad en la ciudad de Gandia, donde el clima favorece la expansión de la infección.

18 casos de 86 en España

En total, en la Comunitat Valenciana se habían detectado a mediados de julio un total de 18 casos (de los 86 diagnosticados en España en esa fecha), de los cuales solo uno es el autóctono, por lo que para que se produjera este contagio se tuvo que dar la circunstancia de que el mosquito que picó a una persona que tenía la enfermedad importada clavó su trompa en el vecino de 60 años y le trasmitió el virus que se encontraba en la saliva que depositan las hembras dípteras al realizar la picadura para absorber la sangre de la víctima, que necesitan para fertilizar sus huevos.

El contagio de Gandia es un cúmulo de casualidades, pese a que la agencia europea afirme que era previsible.

El ciclo de trasmisión de la enfermedad comienza cuando el mosquito pica a una persona portadora del virus de chikungunya los días que está con fiebre. Durante los siguientes diez días el agente infeccioso se multiplica en las glándulas salivares del mosquito hembra que ya puede trasmitir la enfermedad al picar a personas sanas.

El chickungunya no es como la malaria, ya que solo se puede sufrir una vez en la vida, dado que los anticuerpos que se generan protegen contra futuras trasmisiones, en caso de que estas se dieran. La inmunidad se mantiene de por vida.

Por otra parte, tanto el ministerio como la Conselleria de Sanitat Universal mantienen la vigilancia sobre el mosquito tigre.

De hecho, la Diección General de Salud Pública mantiene reuniones con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, con las Diputaciones y con la Universitat de Valencia para facilitar información a los municipios sobre la estrategia a seguir para reducir las poblaciones de mosquito tigre.

Como las competencias en materia de plagas son de ámbito municipal, son los gobiernos de las localidades los que deben poner en práctica los tratamientos de extinción, bajo el asesoramiento de los organismos competentes tanto de Sanidad como de Agricultura y Territorio.

Por otra parte, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades reconoció ayer que Europa es «vulnerable» a la aparición de casos autóctonos de chikungunya.