Entre ayer y hoy está previsto que el Ayuntamiento de Vila-real termine de tratar y fumigar, tal como les ha indicado la Dirección General de Salud Pública, la zona de la ermita de la Virgen de Gracia en la que vive el primer afectado de la provincia de Castelló por el virus chikunguña. Una zona que, además, es uno de los focos principales de mosquitos debido al cauce y los humedales del Millars y a las piscinas que albergan la mayor parte de los chalés de la zona. El próximo lunes 7 de septiembre habrá una reunión para hacer un seguimiento y evaluar las medidas adoptadas hasta el momento.
Tanto el alcalde en funciones, Pasqual Batalla, como la edil de Sanidad, Silvia Gómez, lanzaron un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía. Batalla subrayó que se trata de un caso «totalmente aislado» y aseguró que el consistorio ha cumplido «a rajatabla» todo el protocolo y que, así lo seguirá haciendo y aseveró que «está todo controlado».
Entre tanto, el paciente afectado por este virus, del que no se conocen más datos, «se encuentra en casa y bien de salud», según informaron fuentes sanitarias. Lo que sí es seguro que se contagió en un país donde la enfermedad es endémica y comenzó a desarrollar los síntomas a su llegada a la Comunitat Valenciana.
La fiebre chikunguña, transmitida por un mosquito portador del virus, presenta síntomas similares a los de una gripe fuerte, como fiebre alta y dolores fuertes en las articulaciones, dolores musculares, de cabeza, náuseas o erupciones cutáneas.
Con el caso diagnosticado en Vila-real, ya son dieciocho los casos ya registrados este año en la Comunitat Valenciana. Cifra que, en toda España, ronda el centenar de casos. Otro de los ejemplos más recientes fue el caso que se registró el pasado mes de julio en la localidad de Gandia, aunque éste fue un caso autóctono.
La competencia en la actuación contra la plaga de mosquitos es uno de los debates que en los últimos meses ha levantado polémicaen la localidad, sobre todo, entre el equipo de gobierno y el Partido Popular. Según indicaron desde conselleria, «los tratamientos para vectores o cualquier otro insecto molesto y el control de las plagas son competencia municipal». No obstante, puntualizaron que son conscientes de que para una garantía del éxito, es necesaria la colaboración de todas las administraciones.
Sin embargo, los vecinos de la localidad tienen la sensación de que los poderes públicos «no han hecho nada». Además, temen que el caso pudiera repetirse, sobre todo, se preocupan por la población infantil.
