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Entrevista | Gabriela Bravo

"La corrupción es el fruto de la falta de control y democracia"

Resolver las condiciones de insalubridad de algunos juzgados y mantener los refuerzos son sus prioridades: «Están en juego los derechos de los ciudadanos», defiende

Bravo afrontará la violencia machista desde una comisión interdepartamental.

¿Será la consellera más efímera? ¿Irá a Madrid como diputada?

En ningún momento he dicho que iba a Madrid. Ni he hablado con nadie de listas ni candidaturas. Mi prioridad, con mucha ilusión, es el trabajo que desempeño en la conselleria. Y a ello voy a dedicar todo mi esfuerzo. No sé de dónde ha salido la noticia. Me sorprendió mucho.

¿Se ve de ministra, en un hipotético gobierno de izquierdas?

Yo me veo como consellera. Trabajando por mejorar la justicia en la Comunitat Valenciana.

¿Se siente cómoda con el mestizaje en su conselleria?

Siempre manifiesto la gran suerte que he tenido con mi secretario autonómico. Para mi, alguien que viene del día a día en los juzgados, que conoce la administración tan bien por su larga experiencia como funcionario y secretario judicial, me parece que es una gran aportación para esta conselleria. Además es una persona afable, de buen diálogo y con mucha capacidad de trabajo. Vamos a hacer un buen equipo.

A pesar de que la mitad de su equipo ha sido… ¿Impuesto o negociado? ¿Está satisfecha?

Con mi equipo estoy satisfecha. No he negociado quién iba ser el secretario autonómico. Simplemente me comunicaron que lo iba a proponer Compromís y que tendríamos derecho de veto, si era alguien con el que no podríamos trabajar... Y a mi ni se me ocurrió... Para mi, un profesional de la justicia aunque personalmente no lo conociera, sabía que me iba a aportar y que iba a enriquecer el trabajo de esta conselleria.

¿Se siente cómoda en un Consell con un «demonio independentista con cuernos y rabo» como algunos pintan al conseller Marzá?

No comparto las declaraciones que el conseller hizo en su día, pero son declaraciones que hizo en otro ámbito y forman parte de su pasado pero no de su presente, aunque me parecen inadecuadas. Pero acepté el ofrecimiento del presidente Puig porque podía prestar un servicio público y aportar mi experiencia y mi capacidad de trabajo para mejorar la vida de los valencianos en lo que a mi área compete. Y en ello estoy muy ilusionada. Y hasta ahora tampoco he visto elementos que puedan distorsionar mi función.

¿Se ve como la consellera de un gobierno radical como venden desde Ciudadanos o algunos tertulianos de Madrid?

No lo considero así... Utilizar esos términos más propios de épocas pasadas que nos gustarían que quedaran en el olvido me preocupa... Me preocupa que estos sectores políticos utilicen esos términos. Creo que con las personas y las instituciones hay que ser más respetuosos.

¿Tiene ya una radiografía de la situación de su conselleria?

Aún no. Las auditorías aún no se han concluido. Sí tengo clara la situación de la justicia en esta comunidad. Y me preocupa no disponer de recursos suficientes para hacer frente a todas las necesidades. Sí tengo claro que tenemos un capital humano con mucha vocación de servicio público, con muchas ganas de trabajar y colaborar con la administración. Y con ellos de la mano vamos a poder hacer muchas cosas.

Sus compañeros en la fiscalía esperan a que acaben de aterrizar para solicitarles documentación sobre casos de corrupción. ¿Esperará a demanda o comunicará cualquier irregularidad que encuentren al levantar alfombras?

Nuestra disposición de colaborar con la justicia es total... Y se lo pregunta a una consellera que se sigue sintiendo fiscal. No tengo ningún tipo de duda. Si el juez instructor o la Fiscalía Anticorrupción solicitan información se les facilitará lo antes posible. Si en el análisis de la situación de esta conselleria observamos alguna actuación delictiva, nuestra obligación es denunciarlo ante la Fiscalía o el juzgado de guardia.

Sí va a ser duro negarles los recursos que demandan…

No les voy a negar a mis compañeros los recursos. Voy a pelear para que tengan los recursos necesarios para poder hacer mejor su trabajo. No voy a renunciar a reivindicar medios materiales y personales. Y que puedan desempeñar su trabajo en sedes judiciales con las mínimas condiciones de salud e higiene. Nunca voy a renunciar porque sería renunciar a mis principios.

¿Que financiación recibe ahora y cuál sería la deseable?

En términos económicos, no hemos empezado a hacer el presupuesto y no se lo puedo cuantificar. Sí voy a necesitar mayor presupuesto. Porque ya nos encontramos en la situación triste y angustiosa de que en septiembre tenemos que recurrir al presupuesto de 2016 para cubrir necesidades prioritarias e irrenunciables como pagar refuerzos en juzgados con apoyo por incremento de la litigiosidad. Tenemos graves complicaciones para atender los pagos pero no voy a renunciar a que esas medidas estén y a que el dinero se saque de dónde sea. Otra cuenta pendiente es el aplazamiento de los 15 juzgados a los que renunció en 2011 la Generalitat, aduciendo que no tenía dinero. Vamos a negociar con el ministerio qué juzgados podríamos poner en funcionamiento porque no queremos renunciar a algo que necesitamos. Somos la cuarta comunidad en carga de trabajo.

Una de las críticas al anterior equipo es que no ponían medios para los nuevos jueces de refuerzo.

Me consta. Lo he vivido como vocal en el CGPJ. Teníamos que insistir mucho, explicarles la prioridad, la necesidad de que nos acompañaran en los refuerzos que se proponían por el CGPJ. El ministerio apoyaba nuevos jueces en juzgados con temas muy conflictivos, Nules por ejemplo. Y la conselleria retrasaba los refuerzos y obstaculizaba la medida acordada. Yo lo considero una prioridad. Es como las urgencias de un hospital. Las medidas urgentes se adoptan porque hay situaciones que resolver y están en juego los derechos de los ciudadanos, de los que dependen prestar alimentos, educación a los hijos o vivir dignamente. Y no podemos dar la espalda.

Cuando recibió a la secretaria de Estado aludió a la posibilidad de recibir ayudas europeas… ¿No confía en la financiación estatal?

Cuando nos trasladaron su interés por la puesta en marcha del expediente digital para el 1 de enero, querían pulsar la situación de la conselleria para llevarlo a cabo. Yo les trasladé que no podía comprometerme, cuando los jueces, fiscales y secretarios trabajan con herramientas informáticas muy obsoletas y mi prioridad es dotarlos de un sistema informático que les permita trabajar con agilidad. He pasado cuatro meses en la fiscalía, sección de violencia de género, y me parecía una vuelta al siglo pasado. Ordenadores que tardan 20 minutos en arrancar, sistemas que se paran, documentos que se pierden, sistemas incompatibles entre Fiscalía y juzgados. Expliqué a la secretaria de estado que mis problemas eran prehistóricos y que había que empezar por ahí. Y ellos nos hablaron de recurrir a fondos europeos para resolver estos problemas. Me ofrecieron colaborar con nuestra dirección general de nuevas tecnologías para mejorar la situación en el ámbito informático. Y están colaborando. Yo, a lo que me negaba, es a salir con la secretaria de Estado a anunciar lo del expediente digital porque no iba a permitir que mis compañeros se rieran de mí...

Las carcajadas aún se oirían...

Hay que trabajar y seguir en el empeño. La digitalización de los expedientes supondrá un gran avance porque ahorraremos tiempo y dinero. Las administraciones autonómicas y el gobierno deberían hacer el esfuerzo, pero quien tiene que liderar es el Gobierno con una ley que lo financie.

¿Se atreve a fijar el momento en que fiscalía y juzgados sean informáticamente compatibles?

No depende de la conselleria totalmente. Fiscalía depende del Ministerio de Justicia. Ellos nos aseguraron que el próximo año el sistema que trabaja la fiscalía y el que facilita la conselleria a los juzgados serán compatibles, pero no depende únicamente de nosotros.

¿Y las condiciones tercermundistas de los juzgados comarcales?

Estamos en ello. Hemos iniciado gestiones para solucionar problemas acuciantes. Por ejemplo, Mislata. Ya lo reivindiqué hace seis años en el CGPJ. Es muy lamentable volver a ese juzgado, seis años después con motivo de unas declaraciones a las que tuve que asistir, y comprobar que todo seguía, no igual, sino más deteriorado. Me he encontrado una carpeta en la conselleria con actas de la inspección de trabajo en las que ponen de manifiesto la insalubridad de esos juzgados, quejas de los jueces... Es un tema muy prioritario y ya gestionamos otras soluciones. Tenemos detectados cuáles son los más afectados: Alcoi, Ontinyent... Llama la atención que por sedes judiciales que no reúnen las condiciones de salubridad mínimas se pagan arrendamientos disparatados. Vamos a revisarlo y procurar gastar menos y ofrecer mejores condiciones.

También está pendiente la reforma de la planta judicial...

Es una cuestión del legislador, no es competencia nuestra... Desde la Conselleria de Justicia aportaremos ideas para que el legislador se ponga en marcha. El actual sistema de juzgados es muy caro y poco eficaz. El actual reparto de partidos judiciales genera desigualdad de trabajo: juzgados saturados, donde los ciudadanos no ven resueltos sus conflictos en tiempos razonables, mientras otros no llegan ni a la media del trabajo mínimo exigido por las tablas del CGPJ. Tenemos recursos humanos y materiales prestando servicios en partidos judiciales donde apenas hay trabajo mientras esos recursos humanos nos hacen falta. Es necesario homogeneizar el servicio. La planta judicial se diseñó en 1870, se modificó en 1988 y no se ha vuelto a tocar. Tenemos una planta judicial que no responde a las necesidades judiciales. No hablo de suprimir partidos judiciales, pero sí reorganizarlos.

¿Se compromete a tener en un año un proyecto piloto de oficina judicial? ¿Lo ve factible?

Sí. Con una oficina bien organizada rentabilizaremos mejor el trabajo y aprovecharemos mejor los medios judiciales. No hablo de una oficina judicial para toda la C. Valenciana, pero sí experiencias pilotos por jurisdicciones. O servicios comunes que permitirán, con menos gente, hacer mejor el trabajo.

¿Qué medidas concretas plantea contra la violencia de género?

Este tema es muy preocupante. Hemos propuesto crear una comisión interdepartamental. El problema de violencia de género no se puede abordar exclusivamente desde el Código Penal. Cuando la justicia penal actúa hemos fracasado. Cada muerte es un fracaso del sistema. La justicia tiene que estar ahí pero nos tenemos que centrar en la prevención dentro de los ámbitos educativos. Desde la escuela hay que conceder herramientas para que esos valores de igualdad, de respeto se interioricen. Y otra cosa que me preocupa muchísima es la protección a las víctimas, pre y post. Hay que trabajar con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para mejorar todos los protocolos para detectar el riesgo. Es necesario también concienciar a la sociedad. Me he encontrado con muchas situaciones de violencia de género muy graves, que podían haber sido evitadas, sólo con que algún vecino o familiar lo hubiera puesto en conocimiento de las autoridades. Las víctimas también necesitan una protección más integral. Yo he salido de las guardias muy insatisfecha. A pesar de celebrar un juicio rápido e imponer una pena, la víctima se ha ido con una medida de protección, pero a veces tienes la sensación de que no es suficiente.

¿Qué opina de recuperar el Institut de la Dona? El PP dice que es volver a políticas antiguas...

Todo puede ayudar. Las políticas que favorezcan que la mujer ocupe un plano de igualdad en el mundo laboral, la política y en el ámbito de la protección me parecen muy positivas. Si lo tenemos que hacer así, aunque sea por cuotas, benditas sean...

Usted apostó por la vía del diálogo para mejorar la financiación, pero el presidente Puig la ha puesto a trabajar en una demanda. ¿Sigue abierta la vía del diálogo?

El presidente Puig también apostaba por el diálogo. Su primera decisión fue pedir una entrevista al presidente Rajoy, pero durante los 45 primeros días no recibió contestación. En los consejos de política fiscal y financiera a los que asistió el conseller de Hacienda se puso de manifiesto la necesidad de abordar el problema de la Comunitat Valenciana. Es necesario explicar que nuestra deuda no deriva de una mala gestión, ni que hemos gastado más. Sino que se ha generado por un sistema impuesto, donde se ha tratado a esta comunidad como si fuera rica, cuando lleva años con una renta per cápita inferior a la media, pero el tratamiento en financiación es el mismo que comunidades con rentas superiores. Estas disfunciones son las que nos han generado esta deuda. Aunque aquí ha habido muchos temas de corrupción...

Y despilfarro...

Y despilfarro. Pero eso supone, como explicó el conseller de Hacienda, un 10% o 15%. El quantum que nos angustia, casi 40.000 millones pendientes, no derivan exclusivamente del despilfarro ni de la mala gestión. Hay un 85% de la deuda que deriva de un injusto sistema de financiación.

¿España nos roba o nos engaña?

Yo no he dicho eso. He dicho que el propio Estado ha contribuido a generar ese déficit anual. Pero si tenemos que hacer frente a necesidades, mantener los servicios públicos básicos que los valencianos se merecen, no tienen por qué sufrir las consecuencias de gestiones políticas de las que ellos no son responsables. No podemos permitir que la salud, la educación o la justicia funcione peor por una mala política de financiación. Y lo tendremos que explicar, cuando el gobierno nos obliga a cumplir objetivos de déficit que nos conducen a pagar antes la deuda que atender servicios públicos.

¿Cómo de madura está ya ese informe para una posible demanda?

Está bastante avanzado...

¿Será por la vía de lo contencioso?

Hasta que no tenga el informe acabado no voy a dar detalles, por respeto al presidente. Trabajamos con Hacienda, para incorporar los argumentos económicos, pero cuando el informe esté concluido, se lo haré llegar al presidente de la Generalitat. Y, por supuesto, será público.

¿El área de reformas democráticas será la maría de su conselleria?

No. Estoy muy ilusionada con ese ámbito competencial para impulsar proyectos...

¿Qué reformas hay pendientes en la joven democracia valenciana?

Muchas. Todos los escándalos de corrupción de estos años, que han llenado de trabajo los juzgados y la fiscalía, son fruto de esa falta de democratización, o de instrumentos que permitan al ciudadano un mejor control de la actividad del servicio público. Tenemos que examinar dónde han estado las disfunciones y proponer medidas. Yo le llamo un laboratorio de buenas ideas: proponer medidas que puedan favorecer un adecuado control y evitar que vuelva a ocurrir. No nos lo podemos permitir. Habrá que responsabilizar a los representantes de las instituciones, pero también que haya medidas de control mucho más exhaustivas. Y, a parte del control, que favorezcan la participación ciudadana en la vida pública, que es muy importante para recuperar la confianza en las instituciones.

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