Este año, los universitarios vuelven a las aulas el mismo día que los colegiales, el 10 de septiembre. Los rectores esperan un acuerdo global sobre el cambio de duración de grados y másteres, para lo que acordaron dos años de demora, así como una financiación más estable y en aumento.

«Que ningún joven se quede sin estudiar por motivos económicos», es la reflexión del conseller de Educación, Vicent Marzà, frente al coste de las matrículas que el PP congeló, además de confirmar el pago previsto de la deuda histórica a las universidades valencianas por parte del Gobierno de la Generalitat.

Marzà tiene previsto tomar medidas este mismo curso para aliviar de las tasas a quienes no disponen de medios económicos para costeárselos, pero ese asunto afecta a la financiación de las universidades públicas valencianas.

El conseller pretende alcanzar un acuerdo antes el inicio del curso. Esta medida se sumaría a la que, como publicó ayer Levante-EMV, se está estudiando para pagar material escolar a familias sin recursos por parte del Consell.