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Política

PP y Ciudadanos pelean por abanderar el discurso antinacionalista

Los ataques al Consell por su supuesto nacionalismo centran un inicio de curso en el que Bonig y Punset se disputan ser el referente de la oposición

PP y Ciudadanos pelean por abanderar el discurso antinacionalista

PP y Compromís no tuvieron necesidad de confrontar sus programas para un eventual acuerdo de gobierno, ya que la suma de los diputados obtenidos no sumaron tras el 25M la mayoría absoluta. Sentados ambos en la bancada de la oposición y con un enemigo común (el mal llamado tripartito) ambos partidos se han encontrado con un discurso común: el antinacionalismo. El ataque al supuesto nacionalismo del Consell se ha convertido en una de las banderas por la que pelean Ciudadanos y populares, dos partidos que pescan votos en el mismo caladero. Ciudadanos, que lleva el discurso centralista en su ADN, tienen claro que este terreno es clave en su ascenso electoral . Lograron en su día arrebatárselo a UPyD y sus dirigentes están convencidos de que apropiarse de ese discurso en la Comunitat Valencianaserá clave para consolidar su espacio político. Eso sí, Ciudadanos tiene en frente a un PP que no parece dispuesto a renunciar a un estandarte que han blandido de manera intermitente en los últimos veinte años. De hecho, en las última semanas los populares han hecho un giro en su estrategia inicial, que pasaba por ignorar a Compromís, y centrar sus ataques en su enemigo natural, el PSPV. El revuelo generado en algunos círculos por unas declaraciones del conseller de Educación, Vicent Marzà, a favor del concepto de «Països Catalans», así como la necesidad de confluir con la dirección nacional del PP en su estrategia de cara a las elecciones catalanas ha intensificado el discurso antinacionalista en la formación que lidera Isabel Bonig. Ciudadanos, que en sus reuniones internas ha analizado esta cuestión, está convencido de que el PP ha tenido que sumarse a este carro empujado por la formación que lidera Carolina Punset.

Compromís y su líder más carismática Mònica Oltra será., por tanto, objetivo común para ambas formaciones que, si hace dos meses peleaban por los votos, ahora lo hacen para llevar la batuta de la oposición en las Corts. La confluencia en el discurso antinacionalista ha llevado a unos y otros a diferentes iniciativas que buscan guardar las esencias de la idea de España. La confluencia se ha visto clara en torno a la polémica generada después de que el alcalde de Puçol, Enric Esteve, de Compromís, pretenda sustituir parte de la letra del himno regional en el acto de presentación de las fiestas patronales de la localidad. Ayer, el portavoz adjunto de esta formación, Alexis Marí, solicitó la comparecencia de Esteve en las Corts tras denunciar «la falta de respeto a todos los valencianos», así como la clara vulneración de la ley. «Ordenar al intérprete que cambie la letra oficial recogida en la Ley 8/1984, escrita por Maximiliano Thous en el año 1909, para impedir que haga referencia a España y al concepto de patria es, sin duda alguna, un menosprecio a la tradición y a la historia compartida por todos los valencianos», añadía el parlamentario. La «censura» al himno regional también ha sido objeto de denuncia por el PP, que incluso se plantea una recogida de firmas para evidenciar lo que consideran un atentado contra la libertad.

Ahora bien, más allá del antinacionalismo, populares y Ciudadanos siguen caminos distintos en otros terrenos identitarios. Ciudadanos defiende sin complejos una política con escasas concesiones al valencianismo, mientras que el PP se agarra con fuerza a las señas de identidad para afianzar el voto más regionalista de corte blaverista. El gobierno bipartito de Compromís y PSPV tienen previsto derogar la ley de señas de identidad que aprobó el PP en pleno precampaña. En teoría, contará con el apoyo de Ciudadanos, cuya líder se estrenó en su día atacando esta ley. El PPCV no comparte el modelo de inmersión ligüística, si bien nadie el PP se atreve a cuestionar, como hizo Punset, la enseñanza en valenciano.

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