El secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, representante del Consell en el Consejo del Agua dijo que el plan «no resuelve ningún problema de los que hay planteados. Ni en casos concretos como la Albufera, los abastecimientos, o la sobreexplotación de acuíferos, ni a nivel conceptual, donde tampoco está a la altura».

«Se están reconociendo unos derechos de agua que no se pueden satisfacer. No se puede apelar siempre a un Plan Hidrológico estatal que va a resolverlo todo cuando aquí estamos siempre asumiendo déficits que se cuelan de un plan para otro», criticó.

«Si añadimos una inversión en infraestructuras del Estado, que no se van a cumplir, y unas inversiones del Gobierno de la Generalitat que no podemos asumir sin financiación suficiente, el documento es un brindis al sol», añadió.

El secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Francisco Rodríguez Mulero, representante del Consell en el Consejo del Segura justificó el voto contrario en que el plan «no sirve para abastecer las deficiencias estructurales que ha provocado la aplicación del Memorándum del Tajo-Segura», que cifró en 100 hm3 la Vega Baja.