Freddy es de Aleppo, una de las ciudades más castigadas por la guerra civil que asola Siria. Ayer, en el abarrotado salón de actos del Colegio Jesús y María de Valencia, se emocionaba al agradecer a todos los asistentes sus intenciones de convertir Valencia en «ciudad-refugio», como ha propuesto el consistorio esta semana, y recordaba que en Siria un litro de agua vale un euro y medio, mucho más de lo que dispone una familia que lleva cuatro años soportando una cruentísima guerra civil que les ha empujado a huir hacia Europa.

Su historia es la cara de la crisis humanitaria. Una atronadora ovación siguió a su intervención en la primera asamblea de Valencia Ciudad Refugio, una plataforma ciudadana nacida al calor de las noticias que llegan desde Europa. Los refugiados se agolpan en las estaciones húngaras y ya han llegado ofrecimientos a la plataforma, como confirmó ayer mismo uno de sus portavoces, el abogado Javier Botet, de gente que quiere «ir a Budapest con su coche y traerse refugiados». «Calma, hay que tener en cuenta que ayuntamientos y administraciones están trabajando» , indicaron los portavoces.

Pero en una audiencia de varios cientos de personas a los que ha impactado la imagen de Aylan fallecido en una playa turca, las propuestas solidarias se sucedían una tras otra. Una estudiante propuso recoger alimentos o habilitar la Feria de Muestras, otra mujer recordó que hay cientos de pueblos vacíos donde se ofrece trabajo y casa a quien quiera repoblarlos, otro propuso recaudar dinero para costear los billetes de avión... Ha habido incluso restaurantes que se han ofrecido a ofrecer comida gratis a los refugiados cuando lleguen. También se propuso crear una fundación para recoger dinero y pagar «becas» que permitan a los titulados de otros países costearse las homologaciones de sus titulaciones para poder así trabajar en España.

De todas formas, la reunión se quedó a medio gas. Muchas de las intervenciones pedían concreción y preguntaban qué podían hacer ya. Aprovecharon entonces distintas entidades que trabajan con refugiados e inmigrantes, como el mismo Centro Cultural Islámico, para recordar que llevan años trabajando con estas personas y recordando que están dispuestos a acoger a cualquier voluntario dispuesto a ayudar. Valencia Ciudad Refugio se va a articular, por el momento, en varias comisiones: de acogida, de comunicación, jurídica... y una vez creadas todas ellas comenzarán las reuniones de trabajo. Valencia Ciudad Refugio conminó a los interesados a dirigirse a los ayuntamientos para ponerse a disposición de los censos oficiales y hubo quien recordó que estas entidades son las únicas con capacidad para recopilar datos personales.