Con una nueva concentración de extrabajadores de RTVV, liderados por el extinguido comité de empresa, a las puertas del Palau, la vicepresidenta Mònica Oltra compareció ayer ante los medios y evidenció su profundo malestar „y el del Consell„ con este colectivo, tal como informó ayer este diario. Los representantes de los trabajadores se sienten engañados por el Gobierno de izquierdas al que reprochan no haber negociado formalmente su repesca como se les prometió. Fue preguntada por si se ha cerrado la puerta definitivamente a los extrabajadores, que deberían devolver la indemnización por despido en caso de ser readmitidos, y la respuesta fue tan elocuente como aguda la pregunta. «Sabe que se han estado guardando la indemnización por si acaso, ¿Recomendaría usted que se la gastaran?». «No sé si se la están guardando; sé que la cobraron, negociaron y firmaron 38 días por año», sentenció. La vicepresidenta considera «lógico» que se aceptara lo que consiguió arrancar el comité en la negociación, una labor sindical que aplaudió.

Pero acto seguido, subrayó, que al aceptar el acuerdo «se firmó la extinción». «Uno puede ser héroe», comentó, para argumentar que cuando se negocia y se firma «ya no eres héroe». «Insisto en que es normal que se firme y yo lo defendí», quiso matizar. Oltra recordó que la CGT «fue el único sindicato que no firmó». Por tanto, agregó, «el ERE acabó el 30 de junio». «Y este Gobierno no puede prevaricar „señaló en alusión a una reapertura unilateral sin cambios legales„ porque nos inhabilitarían y dejaríamos de gobernar». Oltra reprochó al excomité que no contesten las llamadas al teléfono que le facilitaron a ella para sentarse a negociar.

En tono contenido, la vicepresidenta fue soltando cargas de profundidad. Así, explicó que, una vez descartada la reapertura provisional de las emisiones el 9 d'Octubre, el diseño de RTVV «pasa a otro ámbito, a las Corts Valencianes». «La mejor manera de evitar las injerencias gubernamentales es que el Consell dé un paso al lado», comentó no sin cierta sorna, tras haber tenido que archivar la decisión de emitir el día de la Comunitat Valenciana, tras la oposición de Podemos. Oficialmente Mònica Oltra negó que el cambio de planes responda al veto de Antonio Montiel, tras modificar éste su criterio después de avalar la decisión de Puig y la vicepresidenta en la reunión que mantuvieron durante cuatro horas en el Palau.

La consellera portavoz achacó la decisión a que ninguno de los tres partidos que sostienen al Consell han querido tramitar la proposición de ley „imprescindible para empezar a emitir„ por lectura única, sin debate de enmiendas. Es la excusa de Oltra para evitar el enfrentamiento con el líder de Podemos. En su intento de evitar tensar relaciones, calificó a Montiel como «hombre de palabra». «Calculamos lo que íbamos a tardar en tramitar la ley, y las cuentas salían, pero se ve que se hicieron a partir de un trámite con lectura única que no es suficientemente democrático», insistió en su argumento oficial.

Aunque la crítica no fue proporcional a la indignación que Puig y Oltra sienten tras su marcha atrás, Montiel se llevó casi en el descuento su recado: «presidirá la comisión de RTVV, pero otra cosa es que con 13 diputados ellos vayan a decidir el modelo», asestó la vicepresidenta.