Una treintena de agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer en Gandia, en una operación coordinada por la Audiencia Nacional, a una chica de 18 años, de origen marroquí acusada de reclutar mujeres para el Estado Islámico y hacer apología y proselitismo del terrorismo. Según informó el Ministerio del Interior, la detenida „Raja E.„ tenía previsto viajar en breve a Siria para incorporarse a las filas del grupo terrorista Daesh, que colabora con el Estado Islámico (EI). En España realizaba labores de difusión del ideario yihadista a través de Internet, desde donde justificaba acciones violentas y difundía vídeos en los que se ensalzaba los asesinatos.

La operación se inició a primera hora de la mañana, y fue a las 7.45 cuando un grupo de al menos treinta agentes de la Guardia Civil, armados con escudos y mazas, irrumpieron en el domicilio de Raja, donde también viven tres de sus hermanos, el mayor de los cuales regenta una carnicería y supermercado situado en la planta baja del mismo edificio, que hace chaflán entre las calles Abat Solà y 9 d'Octubre, una zona con muchos residentes extranjeros.

Según señalaron a Levante-EMV varios vecinos de la zona, desde hace unos días habían observado diversos vehículos que estacionaban en esa zona y personas que observaban la vivienda y el supermercado registrados durante el día de ayer, lo que les lleva a pensar que la Guardia Civil preparó la operación con todo detenimiento para lograr su objetivo.

Tras penetrar en la vivienda, se produjo un minucioso registro que duró casi cinco horas y que concluyó con la incautación de teléfonos móviles, documentos y discos duros de ordenador. La inspección del local comercial que regenta el hermano de la arrestada y en el que trabajaba la detenida fue mucho más rápido, apenas una hora, y de allí también salieron varias cajas requisadas por los agentes, que buscaban pruebas sobre la pertenencia de Raja a una red implicada en el terrorismo yihadista. Según el Ministerio del Interior, no hay más detenidos, pero durante la tarde nadie contestaba en la vivienda registrada. El supermercado, abierto incluso los días festivos, también permaneció totalmente cerrado.

La operación, llevada a cabo en el centro del barrio de Gandia donde se concentra una gran parte de población inmigrante de diferentes países y nacionalidades, despertó gran expectación y sorprendió a quienes, aunque fuera poco, conocían a Raja y, especialmente, al hermano que dirige el supermercado. Todos viven en Gandia desde hace siete años, pero los padres siguen en Marruecos.

Pasadas las 2 de la tarde, la joven, que estuvo presente en los registros realizados, fue trasladada a Madrid, donde pasará a disposición de los jueces de la Audiencia Nacional. En el corto recorrido desde el supermercado al coche de la Guardia Civil que la esperaba numerosos vecinos aplaudieron a los agentes.

Aunque en general los muchos vecinos con los que habló este periódico señalaban que se trata de una familia normal y educada, lo cierto que no son pocos los que reconocieron que no les ha sorprendido tanto que la joven Raja pueda estar implicada en actividades ilícitas relacionadas con el yihadismo.

Con todo el cuerpo tapado

«Del hermano Abdul me costaría mucho creer que fuera radical, pero de ella no, en absoluto», señaló un hombre que asegura que ya casi no recordaba su cara porque hace tiempo que decidió vestir tapándose todo el cuerpo, mostrando solo una pequeña porción del rostro. «Últimamente servía así en la carnicería y yo le dije que eso no estaba bien», señala otro hombre. «Ahora apostaba por el islamismo puro», dice un joven que asegura conocer a la familia y que añade, situándose a poca distancia de los agentes de la Guardia Civil que custodiaban la vivienda, que él mismo trató de persuadirla para que cambiara de actitud. El inquilino que reside en la vivienda superior del piso registrado dice, en cambio, que tanto ella como sus hermanos siempre han sido personas «muy tranquilas» y que nunca han causado ningún problema.