Frente a los movimientos de Podemos y Compromís de cara a formar una gran alianza a la izquierda del PSPV, en Esquerra Unida viven ahora mismo a la expectativa de poder incorporarse a esa plataforma o a otro formato ciudadano que cuaje, como el «Ahora en común» que no termina de arrancar.

Mientras tanto, el partido liderado por Marga Sanz avanza etapas en el proceso preelectoral, y lo hace en un clima de división interna muy marcada. Ayer, el Consell Polític Nacional de EU acordó celebrar una asamblea para escoger a sus candidatos a las elecciones generales. Así lo propuso la dirección, frente a la alternativa planteada por sectores críticos que reclamaban un proceso de primarias para escoger a los candidatos, tal como se hizo para las autonómicas y han institucionalizado los partidos de izquierda.

La votación fue ajustada: 23 miembros del consell respaldaron la propuesta de la dirección de Marga Sanz; 17 votaron en contra y cuatro se abstuvieron. Tanto como el resultado resulta destacable la asistencia: no participó ni un tercio de los más de 140 miembros del consejo.

Así las cosas, una asamblea con delegados escogerá próximamente a los candidatos que representen a EU, ya sea en una posterior confluencia electoral o si el partido concurre en solitario.

Malestar entre los críticos

En los sectores críticos del partido no escondían ayer su malestar con una decisión que creen que puede ser irregular, tanto por falta de quorum en la reunión como por el breve plazo de convocatoria de la asamblea. Desde la pasada debacle electoral la división se ha instalado en el partido, donde mucha gente no ha entendido que la actual coordinadora decidiera continuar al frente hasta pasadas las generales.

Ayer criticaban que, precisamente, se haya renunciado a las primarias, un mecanismo de elección que exigen los nuevos partidos, cuando se está a la expectativa de confluir con otros partidos de izquierda. De momento, Esquerra Unida ha mantenido contactos con Compromís, pero no con Podemos.