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«Es una práctica mayoritaria de parejas heterosexuales»

«Hay catálogos y se puede elegir de todo, cualquier circunstancia, que el material genético sea propio o de otros»

¿Las parejas de homosexuales son los clientes potenciales?

Sí, pero los datos apuntan que es una práctica a la que mayoritariamente acuden más parejas heterosexuales que homosexuales. Porque en algunos países establecen esa condición.

¿Qué hacen para frenar esta práctica?

La campaña que acabamos de empezar en Valencia, con la conferencia del viernes. También nos hemos sumado al movimiento que hay en Francia contra esta práctica y a la iniciativa internacional que hay en contra de la subrogación.

¿Ha conocido a parejas que han tenido hijos con vientes de alquiler?

Sí, a algunas. Nos hemos convertido en un referente porque estamos en contra. Recientemente estaba leyendo un artículo de una persona que está a favor y que nos llamaba cantamañanas.

Ustedes se oponen también con argumentos jurídicos

Sí, porque esta práctica pone en suspenso nuestro sistemas de filiación, porque en nuestro país la madre es la que pare y porque además el derecho de filiación de las mujeres va asociado a la custodia. Entonces, si esa práctica se acepta, ¿qué hacemos? ¿renunciamos? ¿revisamos nuestro sistema jurídico para decir que la mujer que pare no es la madre?

En la maternidad subrogada se puede elegir de todo, ¿no?

Sí, de hecho hay catálogos. Que los óvulos y espermatozides sean de las personas que encargan la criatura, que los futuros padres no tengan ningún material genético, que la mujer ponga el útero y sus óvulos, que los óvulos sean de la mujer... cualquier circunstancia que se imagine es viable.

¿Tenéis noticia de algún caso en España?

Afortunadamente no pasa porque está prohibido, porque lo que no queremos es que eso pase y por eso estamos haciendo esta campaña contra la explotación reproductiva de las mujeres.

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