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Entrevista | Pablo Ortega

"La situación ha cambiado por una foto, pero hace mucho que la gente de nuestro alrededor nos ayuda"

Shihadeh asegura que en España no se conoce «ni el 10 % de lo que está pasando en Siria», afirma este joven refugiado sirio en Valencia

Sami Shihadeh, ayer, frente a la Gran Mezquita de Valencia en la calle Palancia. miguel ángel montesinos

Sami Shihadeh es uno de esos casos en el que es peligroso contar toda la historia. El por qué de su viaje a Valencia podría poner en peligro a su familia, que sigue en su Siria natal. Shihadeh es consciente de que es un privilegiado y por eso trabaja para concienciar sobre la complicada situación que se vive en Siria, a las puertas de Europa. Desgraciadamente, Aylan se lo ha puesto más fácil y reconoce que lloró en la reunión de Valencia Ciudad Refugio que el viernes concentró a cientos de personas en un colegio de la capital. «Parece que la sociedad ha despertado. Me alegro por ello», dice. Pone en valor el papel de la gente que lleva años trabajando con los refugiados, tanto en Valencia como en sus países de origen: ONG, fundaciones, familiares...

¿Cómo llegó a Valencia?

Tenía un visado, porque yo aquí tenía la residencia arreglada, pero durante la guerra mis problemas con el régimen sirio me impidieron tener pasaporte, así que tuve que pedir asilo en España, donde tengo familiares.

¿En qué situación estaba su Alepo natal cuando la abandonó?

Cuando me fui, la situación en Alepo estaba estable. Pero yo estaba en Damasco haciendo el servicio militar y ahí la cosa estaba peor.

¿Le queda familia allí o está aquí con usted?

Me queda casi toda la familia allí. Cuando hay conexión intentamos hablar y ver cómo están, y cuando no hay, pues intentamos ponernos en contacto con gente que sale de Siria, saber cómo están y demás.

¿Cree que en España se tiene una idea acertada de la guerra civil que azota Siria?

¿Te puedo ser sincero? No. Aquí no aparece ni el 10 % de lo que está pasando allí, en sentido humanitario, en el de las muertes que hay... En la ayuda que necesita la gente...

Es usted crítico entonces con la información que ha llegado a los países europeos.

Sí, claro. La situación ha cambiado por una foto —la de Aylan, de tres años, fallecido en una playa turca—. Hay que ser sincero: la gente se estaba solidarizando desde el primer día, pero la gente que tenemos alrededor, no todo el mundo.

¿Conoce la situación de otros refugiados sirios en Valencia?

Hace un año y medio tuve que ir al centro de refugiados y estuve en contacto con la gente que estaba en aquel momento. La situación depende de si son familias enteras, chicos varones... Su situación es mala tirando a peor. Si pueden salir familias enteras, que salgan por África o Europa, vienen. Pero hay muchos varones que vienen solos y esperan para hacer la reagrupación familiar, que tarda mucho tiempo.

Usted trabaja con Amnistía Internacional aquí en Valencia, imagino que aportando su experiencia personal.

En Aministía Internacional me he metido a raíz de lo que está pasando en Siria y en todo el mundo porque me gustaría ayudar. Estoy en el área jurídica y de refugiados. Tenemos una campaña y trataremos el tema de vivienda en España, seguridad social... para los refugiados.

¿Con qué condición legal llegan esos refugiados?

Es compleja. Cuando solicitas el asilo te dan una tarjeta roja y estás en un limbo legal hasta que pasen de seis meses a tres años, como es mi caso, hasta que te lo dan. Los criterios dependen. Te preguntan de dónde vienes, tu familia, tu estado civil, tus creencias religiosas. Si tienes documentos y fotos de la situación y persecución en Siria te ayuda.

Estuvo en la reunión de Valencia Ciudad Refugio el viernes por la tarde. ¿Qué valoración hace del encuentro?

Se me cayeron las lágrimas. Fue impresionante. Tanta gente que quiere ayudar... es algo precioso.

¿Le enfada que Europa sólo reaccione cuando se publica la foto de un niño de tres años muerto?

Sí y no.

Eplíquese.

Sí porque todo el tema podría haber terminado hace cuatro o cinco años pero no me da coraje porque la gente está muy poco informada. Si estuvieran más informados se moverían antes. Además aquí la gente tiene sus propios problemas y sus propias crisis económicas.

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