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Entrevista | Alicia Miyares

"El vientre de alquiler es una explotación de la mujer y una venta de niños"

"En Estados Unidos lo practican familias acomodadas de clase media para pagar la universidad de sus hijos", afirma la Portavoz de la Plataforma 'No somos vasijas'

Decidieron salir a la calle y darse a conocer en España hace cuatro meses ante el auge internacional que la maternidad subrogada había adquirido en los últimos meses como una alternativa más al deseo de muchas parejas con problemas de fertilidad de tener hijos. «No somos vasijas», un movimiento feminista que se ha unido a la red internacional europea, que surgió en Francia contra los «vientres de alquiler», se presentó este viernes en Valencia en su primer acto público nacional. A su portavoz, Alicia Miyares, no le tembló la voz al desentrañar las implicaciones éticas y jurídicas en las que incurre el alquiler de úteros.

Son feministas y están en contra de la figura del «vientre de alquiler» que se ha vendido como algo «progre».

Queremos dar a conocer nuestro movimiento y marcar posiciones dentro del feminismo, que anda un poco perdido en esta cuestión.

¿Se oponen?

Entendemos que el deseo de ser padres, aunque muy intenso, no deja de ser un deseo y no puede ser que determinados deseos pongan en peligro derechos adquiridos, tanto para las mujeres como para los niños. Y este es uno de ellos.

Su asociación «No somos vasijas»,¿tiene representación en todo el país?

Ha tenido gran acogida y eso responde al intento de darnos a conocer, de que se vean nuestras propuestas. Creemos que hay que dar argumentos éticos y jurídicos y no emocionales. Y dentro de los éticos estaría el interrogante de fondo: ¿es que no hay límite a lo que se pueda comprar? Porque la práctica del viente de alquiler sobrepasa un límite que es, precisamente, el de de la utilización del cuerpo de las mujeres y la compra con premeditación de una criatura. El debate es ese. Y estamos totalmente en contra.

Pero hay una subrogación gratuita y otra con pago.

«No somos vasijas» se posiciona tanto en contra de la modalidad comercial, que está presente en algunos estados de Norteamérica, como de la gestación subrogada altruista, que sostiene que ninguna gestante podría cobrar por llevar un embarazo a término y servirlo a terceros.

¿Cuántos niños hay en España que son hijos de madres de alquiler?

Eso es muy difícil de detectar. No me atrevo a dar una cifra.

Se habla de 1.500.

Yo no sería tan exacta. Es una práctica que va incrementándose y la cuestión es: ¿por qué? El debate de fondo es por qué muchas parejas que quieren tener hijos se acogen a esta modalidad, porque agiliza los trámites y es más rápido que la adopción, que es un proceso más exhaustivo. La segunda cuestión que subyace es ética y plantea: ¿por qué una mujer que acaba de parir no puede dar sus hijos a terceros? La respuesta es clara: porque lo consideramos comercio y venta de niños, que cualquier legislación lo prohíbe taxativamente. Sin embargo, quieren hacer pasar por bueno este tipo de comercio.

¿Cuántos países lo practican?

No son muchos. En Reino Unido está legislada la fórmula altruista, pero últimamente nos están llegando noticias de que Grecia se plantea esta cuestión, que en este momento tiene mucho que ver con la situación económica.

¿Qué prevalencia hay en Reino Unido?

Tienen problemas para encontrar mujeres altruistas que voluntariamente decidan y acepten hacer esto y la mayor parte de las parejas se van a Asia porque es más ágil y rápido.

¿Y en Estados Unidos?

En California es donde está más sólidamente asentado. Con lo que ocurre en Asia nos hemos horrorizado durante años porque sabíamos que se vendían niños para comprar una lavadora, pero en Estados Unidos es una práctica que familias acomodadas de clase media recurren a ella para poder pagar la universidad de sus hijos.

¿Hay un catálogo de úteros y donantes de óvulos?

Sí, en nuestra página web se describen las modalidades y los precios. Si pones pocas condiciones el precio es mejor. En Estados Unidos es más caro, unos 120.000 euros, en Tailandia y Nepal, unos 30.000.

¿Cuántos embarazos por encargo puede haber en un año en España?

Ese dato es imposible de saber. Lo que sí sabemos es que ahora muchas parejas españolas recurren a California porque expide un certificado que es básico para inscribir a la criatura en el Registro Civil español. Es el más caro pero al expedir este certificado, muchas personas acuden.

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