El presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, aseguró ayer que acciones como las de adelantar a los ayuntamientos el dinero para el plan de la compra de libros lanzado por la Generalitat o el plan provincial de inversiones sostenibles, que se presenta este lunes, van en la dirección de recuperar la «dignidad y la reputación» del gobierno provincial.

Rodríguez señaló que es el momento de que la Diputación de Valencia pase a ser «portadora de buenas noticias», y aunque reconoció que «va a ser complicado porque la herencia judicial es abultada», hay que devolver a la Diputación de Valencia «la imagen de seriedad y rigor que se ganó en los años ochenta», cuando hablar de la diputación «era hablar de una institución señera y cercana a los problemas de los pueblos y las personas».

El presidente de la corporación provincial comparte con el jefe del Consell, Ximo Puig, la necesidad de que las administraciones, en este caso diputaciones y ayuntamientos, «coordinen sus acciones para ser más eficientes, y no como antes, que como Fabra y Rus estaban peleados, cada uno iba a la suya en perjuicio de los valencianos». Jorge Rodríguez insistió en que «no debe sorprender que desde el Consell se trate de coordinar los esfuerzos de todos para garantizar una gestión eficiente de los recursos» y añadió que quien esté en contra «tal vez es porque se había acostumbrado a defender otros intereses distintos a los del interés general».

El dirigente provincial está «convencido» de que los valencianos están empezando a notar el cambio que lidera Ximo Puig, y cree que «la ciudadanía lo que más está valorando es que ha regresado el trellat a las principales instituciones valencianas».