El mosquito tigre ya está asentado en 71 municipios de la C. Valenciana. El dato se dio a conocer ayer en la reunión del Grupo de Trabajo de Vectores, que convocó la Conselleria de Sanitat Universal, en la que se acordó poner en marcha 26 actuaciones específicas para mejorar la coordinación de las Administraciones y de los agentes que vigilan y controlan la expansión de este díptero, capaz de trasmitir enfermedades como el dengue y la chikungunya, como ha ocurrido ya en Gandía.

La directora general de Salut Pública, Ana María García, indicó que las nuevas medidas entrarán en vigor «de inmediato» y en su puesta en escena tendrán un papel predominante los 16 centros de Salut Pública del mapa valenciano.

La actuación titulada: «Programa de vectores de relevancia en salud pública en la C. Valenciana», se mantendrá activo de manera continuada, con evaluaciones anuales y con especial incidencia en las zonas con mayor presencia de este insecto, que son los municipios costeros de las tres provincias.

La actuación se dirige a cuatro entidades: ayuntamientos, población general, profesionales sanitarios y empresas de biocidas.

La iniciativa se divide a su vez en seis objetivos.

Jornadas y cursos

El primero está dirigido a la población general, a los sanitarios, a los técnicos de sanidad ambiental y farmacéuticos de salud pública, a los técnicos municipales encargados del control de plagas y en las empresas biocidas y consiste en 13 medidas encaminadas a proporcionar información actualizada, organizar jornadas, distribuir información con medidas para prevenir los focos de cría en el ámbito doméstico (evitar recipientes con agua en el exterior), jornadas y cursos.

El segundo, con cinco actuaciones, está enfocado en los municipios y abarca la revisión de los protocolos de los planes de control, celebrar jornadas, asesorar y supervisar los tratamientos ante la declaración de casos de enfermedad y evaluar las medidas de control vectorial que se han realizado y las previstas.

El tercero contiene tres iniciativas que consisten en fomentar la vigilancia entomológica en el entorno de casos de dengue/chikungunya, definir la distribución de la mosca negra y avanzar los estudios sobre el mosquito tigre.

El cuarto consiste en completar los protocolos de vigilancia epidemiológica que corresponden a los criterios de control vectorial.

Los dos últimos se centran en evaluar la situación que se pueda producir a partir de otros vectores de relevancia para la salud pública y proponer actuaciones al respecto.

El programa también implica a los centros de salud pública y especialmente a los técnicos dedicados a Sanidad Ambiental que atenderán la demandas de la población y de los profesionales.