«Traemos malas noticias, tenemos que poner a un tercer enfermo en la habitación». En esto consistió el aviso que varias trabajadoras de la tercera planta del edificio de Maternidad del Hospital Clínico de Valencia anunciaron en la tarde del lunes a los pacientes ingresados en una docena de habitaciones. De inmediato entró el equipo de limpieza que adecuó el espacio e instaló la tercera cama con su correspondiente mesilla de noche y sillón de acompañante en las doce estancias donde se había programado instalar a un tercer enfermo.

En una de esas habitaciones, dos pacientes mayores y con neumonía fueron despertados a las cuatro de la madrugada de ayer con la llegada del tercer alojado, un hombre de 50 años que había sufrido un espectacular accidente de moto y estaba en observación a la espera de exploraciones complementarias.

T. L. de 39 años, hija de uno de los ingresados que se encuentra grave tras sufrir dos infartos y un derrame cerebral, declaró a Levante-EMV que no entendía como metían a tres enfermos en las habitaciones cuando la planta de arriba —la cuarta— estaba cerrada.

No entendía tampoco la familiar como un paciente de traumatología era ingresado junto a dos enfermos de neumonía.

Trasiego en la habitación

«Los pacientes que están aquí están bastante enfermos y tienen que descansar lo máximo posible, pero al ser más en la habitación, hay más jaleo, las enfermeras entran continuamente a cambiar los goteros, a limpiarlos... y da igual que sea de día que de noche», expresó la hija de uno de los ingresados que apuntó que la limitación del espacio también dificultaba el recambio de goteros.

Veinticuatro horas después de que se anunciara la llegara del tercer enfermo a las habitaciones, el personal dio a conocer que se había ordenado desalojar los cuartos y que el tercer paciente sería trasladado a otra sala para que solo hubiera dos enfermos, que es el estándar de ocupación.

En este sentido, la Conselleria de Sanitat Universal informó a Levante-EMV que a media tarde de ayer se había decidido ya abrir una sala con 16 camas para normalizar la situación lo antes posible.

A los familiares de los enfermos, por su parte, los empleados les especificaron que la orden del desalojo «venía de arriba» y que se iba a ejecutar de forma inmediata para sacar a los terceros enfermos de todas las habitaciones.

Al ingresado del accidente de moto, por su parte, le indicaron que «le iban a poner donde le correspondía desde el principio».