No existe ninguna ley que obligue a que el himno español suene en festividades religiosas y tradicionales en municipios de la Comunitat Valenciana. Esto es lo que se deduce de la lectura del Real Decreto 1560/1997, de 10 de octubre; el Reglamento de Honores militares; y la Ley 8/1984 de 4 de diciembre.

A pesar de lo que marca la ley, la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana (FSMCV) ha decidido pedir un dictamen a la Delegación del Gobierno en la C. Valenciana, tras las polémicas suscitadas en las últimas semanas, particularmente la del pasado martes en Alaquàs.

En concreto, según el Real Decreto, la pieza musical conocida como Marcha Granadera o Marcha Real debe sonar en actos de homenaje a la bandera; en presencia de los Reyes, príncipes de Asturias, infantes y el presidente del Gobierno; además de en los actos deportivos en los que haya una representación oficial de España; y en los casos previstos en el Reglamento de Honores Militares (ante el ministro de Defensa, mandos militares, y diplomáticos; y en honores fúnebres). También, según la Ley 8/1984 de 4 de diciembre, que regula los símbolos de la Comunitat Valenciana y su utilización, en los «actos solemnes» deberán sonar dos himnos: el español, y el valenciano.

La FSMCV quiere saber si en las situaciones que no se mencionan, como procesiones y festividades tradicionales, la interpretación del Himno queda eximida, por lo que piden una aclaración „ya que no hay jurisprudencia„ para que los músicos no se vean en la tesitura de elegir si tocar el Himno o no cuando son contratados, y que no se repitan escenas como la de Alaquàs.

Según Pedro Rodríguez, presidente de la FSMCV, alguien tiene que explicar una ley que consideran ambigua, ya que si no fuera así, alcaldes y grupos festeros no realizarían interpretaciones diferentes de la misma normativa.

«Lo mejor es que se aclare; si no, quien paga el pato son los músicos», afirma el presidente. Desde la federación explican que han recibido quejas y consultas de las bandas musicales que han sido el centro de polémicas que no deseaban. Rodríguez explica que cuando la situación se ha producido en algún pueblo, «se ha resuelto como se ha podido», eso sí, «con disgusto para algunas de las dos partes», afirma.

Los partidos políticos muestran tres posturas diferentes. El grupo en las Corts del Partido Popular, junto al delegado del gobierno, Juan Carlos Moragues „que ha trasladado el tema a Abogacía del Estado„, defiende la libertad de que se interprete el himno o no, pero sin imposiciones. Además, afirman que se trata de un problema que no existía hace cinco meses, y que ha surgido por la prohibición por motivos ideológicos de algunos alcaldes.

Compromís y PSPV coinciden en que no es un tema prioritario en la situación actual. Los socialistas, además, reiteran que no tienen ningún problema con los himnos, las banderas ni la legalidad, y van a esperar a ver el dictamen del Gobierno al respecto. Compromís lo tacha de «polémica artificial».

Desde Podemos, Pepe Almería, diputado autonómico y durante ocho años presidente de la FSMCV, ve acertada la decisión de la federación de instar al Gobierno a que aclare la situación, para evitar que se haga «un uso indiscriminado e incorrecto» del himno español.

En Ciudadanos se lamentan de que Compromís y PSPV «no llamen al orden a sus alcaldes», y Carolina Punset recuerda que ya vaticinó esto, según apunta.

En la Safor, el gobierno socialista de la Font d'en Carròs ha solicitado a la banda local que el himno de España se cambie por otro de carácter religioso cuando se interpreta en la vía pública. Así pues, en las fiestas patronales de agosto el himno de España se interpretó en la iglesia.

En el Real de Gandia, la alcaldesa Marta Signes, niega que haya prohibido que se toque el himno español, sino que pidió que no sonara junto a una «muixeranga».