La presidenta del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas de España, Alma Palau, denunció ayer «la falta de control de la Administración en cuanto a la marcha de los comedores escolares, porque se exige una serie de requisitos a la hora de adjudicar los servicios a las empresas de restauración pero luego se desentiende de su cumplimiento». Explica en una nota que los pliegos de los comedores escolares los marca cada autonomía y, en general, «todas pecan de lo mismo: la falta de supervisión». El Consejo General de Dietistas-Nutricionistas sitúa a Generalitat entre las Administraciones que «no llevan a cabo las supervisiones necesarias».

Este es el primer curso en el que la Generalitat ha ordenado que las becas de comedor de la escuela pública y concertada cubran desde el primer hasta el último día de clase. Las principales carencias del menú que se sirve en los colegios, según el consejo son «la cantidad de frituras que se pueden realizar a la semana, la falta de frutas y hortalizas, el abuso de alimentos precocinados o los excesos en preparaciones cárnicas grasas».

Este colectivo considera «intolerable» que muchas Administraciones autonómicas no cuenten con la presencia de dietistas-nutricionistas en la elaboración de los pliegos de condiciones para las empresas encargadas de los comedores escolares, y «peor aún —añade Palau— que éstos tampoco estén en la supervisión y control del de los menús, tal como exige la propia Ley 17/2011, de 5 de julio, de seguridad alimentaria y nutrición, en las medidas especiales dirigidas al ámbito escolar».

El comunicado del consejo de dietistas-nutricionistas destaca que «la crisis ha afectado mucho a la hora de elaborar los menús; hay que cuadrar las cuentas, apretarse el cinturón y la preocupación de muchos centros concertados es la de no "perder clientes"». «El servicio del comedor es una fuente de ingresos para ese tipo de centros y hay que procurar que los niños estén contentos», añade la nota. «Lo malo —según apunta María Colomer, vicepresidenta del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Illes Balears — es cuando esas exigencias de los niños «van en detrimento de la comida sana, cuando empiezas a quitar hortalizas y meter más patatas fritas para evitar que los niños presionen a sus padres para borrarse del comedor».

Formar a los educadores

Otro punto esencial en que los dietistas-nutricionistas hacen hincapié es en la necesidad de formación de las personas que atienden a los niños en los comedores escolares. «No deben ser simples vigilantes, tienen que estar convencidos de que comer sano es importante para la salud y no es necesario martirizar a nadie obligándole a comer un tomate, si no le gusta, pero deben preocuparse de que coman frutas y hortalizas», dice Colomer.

Ante la peticion de los padres de incorporar productos ecológicos. El consejo asegura que «no hay ninguna evidencia científica de que los productos ecológicos sean mejores nutricionalmente» y comenta que en algunos casos, dado su elevado precio «repercuten negativamente en los menús porque se reducen las cantidades ofrecidas».