«Entiendo que no se lo crean, yo tampoco lo haría si estuviera en su lugar, lo único que les pedimos es que no haya un a priori de que no vamos a cumplir nuestro compromiso». Con estas palabras pidió ayer confianza el secretario de Educación, Miguel Soler, ante el escepticismo con que los padres del CEIP 103, tras nueve cursos en barracones, recibieron su anuncio de que las obras del anhelado colegio comenzarían «seguro» a lo largo de 2016.

El colegio se construirá sobre los antiguos terrenos de la Cross, en una parcela cedida por el Ayuntamiento de Valencia junto a la actual iglesia de los Mártires y el polideportivo que ocupan las antiguas naves protegidas de esta desaparecida industria química.

El secretario autonómico les explicó a los padres que el suelo «ya está descontaminado» y la previsión es que el plazo de ejecución de las obras, cuyo presupuesto inicial ronda los 8,6 millones de euros, sea de 18 meses. El compromiso del la actual conselleria, según explicó el presidente del Ampa, Ulisses Calabuig, es que el nuevo colegio esté listo «para dentro de tres cursos», para el ejercicio 2017-18.

«Lo que debemos esperar es que cumplan», añade Calabuig para a continuación destacar que «las formas y la actitud de la nueva conselleria es totalmente diferente a la anterior». «Han dado la cara y se agradece», concluye.

La solución de ocupar el solar municipal anexo para instalar el aulario de Infantil cumple otra reivindicación histórica de los padres: que los niños de 0-3 años tengan su propio patio. Además, esto permitirá ampliar el comedor escolar en los barracones que queden vacíos.