Gemma Ochando, pediatra especialista en salud mental infantil es, junto a la doctora Carmen Otero, la responsable de la Unidad del Niño Internacional de La Fe (UNI).
Según Ochando, la doctora Otero cuenta con mucha experiencia con niños adoptados, y le remetía a su consulta a menores con problemas «muy enquistados», que con el paso del tiempo son cada vez más difíciles de tratar.
Ahí fue cuando se percataron de la necesidad de crear una unidad especial que tratara a los niños que podían padecer complicaciones a causa de sus vivencias personales.
Por tanto, además de diagnosticar algún problema de salud físico (como miocardiopatías, estrabismo...), en la UNI también se centran en la parte psicológica.
La falta de afecto y las situaciones complicadas que estos menores han sufrido en algún momento de su vida, pueden crear problemas futuros de conducta, como falta de atención, hiperactividad... que acaban afectando a la dinámica familiar.
Por tanto, la unidad se centra en llevar a cabo una tarea sobre todo preventiva, explica la doctora, para evitar que estos problemas difíciles de detectar y de tratar aparezcan en etapas como la adolescencia.
Según la psicóloga, «interesa que toda la atención sea en el mismo centro, para poder coordinar tratamientos» y llevar un seguimiento hasta los 18 años.
A través de su experiencia en la consulta, la doctora Ochando constata que lo que más preocupa a las familias de acogida suele ser la escolarización de los niños, porque muchos entran en primaria y no tienen conocimientos previos ni saben la lengua.
