El secretario general del PSPV y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha dejado en manos de su mano derecha en el partido, Alfred Boix, todo el control de la campaña electoral para las generales. Boix, diputado en Corts, ha sido designado coordinador del comité electoral del PSPV-PSOE. Dirigirá un equipo de veinte personas „reducido a la tercera parte respecto al autonómico„ en el que Puig también ha querido dar protagonismo a José Muñoz, secretario de Joves Socialistes,diputado autonómico y una de los nuevos valores del socialismo valenciano. Muñoz será portavoz del comité junto con la también diputada Rosa Peris. Boix tendrá como apoyo a Victor Sahuquillo en calidad de vicecoordinador.

Otro de los hombres claves del comité es José Manuel Orengo, jefe de gabinete del presidente de la diputación, Jorge Rodríguez. Orengo se encargará del área de Acción Política junto con Adolf Sanmartín, persona de la máxima confianza de Puig en las comarcas de Castelló, y Pilar Brotons. Boix y Orengo constituyen los apoyos fundamentales de Puig en quienes el presidente de la Generalitat ha depositado todo el peso del partido para concentrarse en su cargo institucional. Boix fue clave en la victoria de Puig en el congreso de Alicante, en el que derrocó a Jorge Alarte, y es una las piezas clave de su núcleo de confianza. Orengo, por su parte, contribuyó de forma decisiva a ampliar los apoyos al secretario general al sumar jóvenes alcaldes para conformar una mayoría interna que trascendiera el neolermismo. El equipo (hay seis mujeres frente a 12 hombres) se completará con los coordinadores electorales de Alicante, Valencia y Castelló, pendientes de designar.

Las elecciones generales son claves para un partido que, si bien ha logrado recuperar la Generalitat tras veinte años en la oposición, lo ha hecho con el peor resultado de su historia. El PSPV obtuvo en 2011 poco más de 697.000 votos. Perdió entonces más de medio millón de apoyos. Con la irrupción de Podemos y Ciudadanos, el reto socialista estriba en contribuir a que Pedro Sánchez llegue a la Moncloa.