«Ahora hay que pasar de las palabras a los hechos». Nada más celebrarse el debate, con la puerta de los leones a sus espaldas, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, lanzó ayer un órdago al PP, al que exigió que, una vez ha avalado el blindaje de las inversiones estatales en la Comunitat en función de la población, ahora debe ser «coherente». Aún hay tiempo, sostuvo. Antes del debate del Estatut, los populares tumbaron las enmiendas del PSPV, Compromís y EU a los Presupuestos Generales para 2016, que pedían más inversión para la Comunitat. Sin embargo, ahora las cuentas pasarán al Senado, por lo que exigió que los populares enmienden ahí el proyecto para hacer realidad la igualdad inversora. Para ello, se precisarían 400 millones más, hasta sumar 1.200 en 2016.

Puig destacó que la reforma no sólo tiene «un valor simbólico», sino también «de exigencia y reivindicación». Denunció que la C. Valenciana ha dejado de recibir 2.000 millones en inversiones en los últimos cuatro años, lo que supone «40.000 puestos de trabajo, y no estamos en condiciones de perder un puesto de trabajo». Según Puig, «los años de Gobierno de Rajoy han sido los peores en inversiones para la C. Valenciana de toda la democracia», y recalcó que «necesitamos urgentemente visibilizar el problema valenciano». «Hemos empezado por las inversiones del Estado y hemos de continuar con la financiación para que sea justa», avanzó. «La Generalitat, en las actuales condiciones, no es viable».

Previamente, el presidente de las Corts, Enric Morera, reclamó igualmente que lo avalado ayer «tenga su correlato en la aprobación de enmiendas» en el Senado, con el fin de que se pueda mejorar el bienestar de los valencianos en los presupuestos de 2016. La presidenta del PP, Isabel Bonig, destacó que el de ayer fue «un paso más para que todos los que querían utilizar este tema recapaciten y dejen de usarlo como arma política y arrojadiza» para «dañar al PP y al Gobierno de Rajoy». Ciudadanos y Podemos (que no estaban en las Corts en 2011) no intervenían ayer. Alexis Marí (C's) criticó que la Comunitat ha estado «infrafinanciada e infravalorada por la corrupción» y Antonio Montiel reivindicó que el Estatut «necesita un referéndum para superar la debilidad estructural» que tiene el «estatuto de papel».