El objetivo era que los medicamentos que tratan la enfermedad del alzhéimer lleguen mejor al cerebro. Y un grupo de la Fundación Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF), que lidera la doctora María Jesús Vicent, lo ha conseguido.

Así lo aseguraron ayer fuentes de la Generalitat Valenciana al explicar que las investigaciones del Laboratorio de Polímeros Terapéuticos del CIPF representan una «aproximación novedosa» hacia la enfermedad, al abordar una familia de conjugados polímero-fármaco sencillos o de combinación y el desarrollo de formulaciones intranasales para garantizar una aplicación de forma no invasiva y lo menos perjudicial posible, sobre todo teniendo en cuenta, además, los problemas para la deglución de estos pacientes.

Estas aportaciones mejoran las posibilidades terapéuticas de los fármacos y aportan «mayor actividad biológica y mayor especificidad, unos avances que darán lugar a sistemas de diagnóstico y tratamientos terapéuticos más eficaces».

Y es que los tratamientos actuales ofrecen «moderados beneficios sintomáticos» y «muchos medicamentos resultan ineficaces en el tratamiento debido a la incapacidad para llegar y ser retenidos dentro del cerebro de manera eficaz».

Nuevos nanosistemas

Por ello, el grupo que encabeza la doctora Vicent está desarrollando nanosistemas poliméricos que permiten el transporte a través de la barrera hematoencefálica BHE (barrera que protege el cerebro de sustancias que circulan por la sangre y que dificulta la entrega al cerebro del tratamiento), para su uso como agentes de diagnóstico y/o sistemas de liberación controlada de fármacos.

El Laboratorio de la doctora Vicent ha diseñado, sintetizado y evaluado estas nanomedicinas y ha estudiado la toxicidad y la actividad efectora in vitro, «ex vivo» e «in vivo», con el fin de obtener una familia de nanomedicinas de terapia sencilla o de combinación para el tratamiento del alzhéimer. Los resultados de actividad preliminares corroboran el potencial de dichos conjugados.