El presidente Ximo Puig oficializó ayer su segundo fichaje de un exconseller de Lerma, el profesor de Economía Aplicada de la Universitat y responsable de la cartera de Industria entre 1987 y 1993, Andrés García Reche, para llevar las riendas del Consejo Valenciano de la Innovación. García Reche se incorpora al equipo de Puig —quien ya nombró como titular de Hacienda a Vicent Soler, otro exconseller de Lerma— como vicepresidente ejecutivo de este nuevo CVI, cuyo cometido será el diseño de la reindustrialización de la C. Valenciana y la elaboración del proyecto de Agencia Valenciana de la Innovación.

La decisión ha guardado las cautelas para evitar que la Conselleria de Economía, área de Compromís con Rafael Climent al frente, no considere que se le estaban hurtando competencias. Así, el CVI se configura como un órgano asesor y García Reche se asemejará más a la figura del comisionado para RTVV, José María Vidal.

Según detalló la vicepresidenta Mònica Oltra, el Consell aprobó la creación del Consejo de la Innovación como órgano colegiado consultivo y de participación institucional de la Generalitat, adscrito a la Presidencia, que tendrá como objetivo el asesoramiento directo al jefe del Consell .

La futura Agencia nacerá con el objetivo de modernizar el modelo productivo, aumentar la competitividad de las empresas y la creación de más empleo y de mayor calidad. El Consejo elaborará un Informe de Situación del Sistema Valenciano de Innovación canalizando las propuestas de universidades, institutos tecnológicos, agentes económicos y sociales y otras entidades, para su posterior toma en consideración en la Ley de la Agencia de la Innovación.

El Consejo estará presidido por el secretario autonómico de Presidencia y tendrá la citada vicepresidencia ejecutiva designada por el Consell a propuesta de Presidencia y hasta un máximo de 18 vocales designados por el secretario autonómico de Presidencia.

Ayer, el Ejecutivo también acabó de rematar la reordenación de competencias entre conselleries, cerrando los flecos pendientes, con la aprobación de los reglamentos orgánicos de los departamentos. Entre las novedades, se crea una nueva dirección general de la Alta Inspección Sanitaria, estructurada en dos subdirecciones generales: La de Inspección Sanitaria y Prevención de Riesgos Laborales, y la de Inspección Sanitaria de Concesiones, Conciertos, Centros y Servicios Sanitarios. Ésta última se encargará de la inspección, control y evaluación en los departamentos en régimen de concesión a empresas privadas.

Además, se crea la dirección general de Política Lingüística y Gestión del Multilingüismo (hasta ahora, Política Lingüística), al tiempo que se reducen los órganos superiores en Economía, que se quedan en la figura del conseller y una única secretaría autonómica.

Unidades de Igualdad

Las conselleries incorporan unidades de igualdad, que «velarán» por el respeto a este criterio en la elaboración de normas, informes, contratos o subvenciones, e impulsarán la sensibilización en la igualdad entre mujeres y hombres. En Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, se crea una Subdirección General de Infancia, que «supera el concepto de protección del menor». En Justicia, la dirección general de Reformas Democráticas impulsará la aplicación de la Ley de Memoria Histórica.