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Soltar excedente

Los regantes exigen un cambio en la norma que obliga a desaguar Tous

El nuevo plan hidrológico del Júcar aumenta las aportaciones al lago pero son insuficientes para regenerarlo

La presa de Tous, en una imagen tomada esta semana, se prepara para una posible gota fría. vicent m. pastor

Las lluvias de las últimas semanas han creado una situación excepcional en la presa de Tous, que acumula más caudal del que permite el decreto que regula la seguridad de la presa ante la llegada del otoño, la época de máximo riesgo de inundaciones. Es la tercera vez que ocurre en 20 años.

Ello va a obligar a la CHJ a soltar el excedente, que, a través de las acequias, acabará en el lago de la Albufera, muy necesitado de caudales limpios para su regeneración, unas aportaciones que reclaman desde hace años ecologistas y partidos políticos y ahora con más fuerza los gobiernos de izquierda de la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia.

Pero los regantes consideran que ha llegado el momento de superar esa línea roja que Tous tiene establecida cada 30 de septiembre, fecha en la que no puede acumular más de 72 hectómetros cúbicos para estar preparada ante una posible avenida del Xúquer que pudiera poner en peligro a los vecinos de la Ribera. La presa acumula 86 estos días, 14 más.

La Unidad Sindical de Usuarios del Júcar (USUJ), que agrupa a las grandes comunidades de regantes de la Ribera, considera que no hay peligro alguno y que la presa podría almacenar más de cien hectómetros sin problemas, porque si llega una riada el embalse es capaz de neutralizarlo a través de los aliviaderos, opina el portavoz de USUJ, José Pascual Fortea. «¿Para qué hicimos la presa, para tirar el agua al mar? Esos hectómetros no sobran y están muy bien donde están, no podemos echar lo que no tenemos porque lo digan en los despachos», lanza Fortea en referencia al excedente que se acumula en Tous.

«No se desperdiciaría una gota»

Pero en la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) señalan que las normas de explotación son claras y hay una orden de 1996 que obliga a cumplir con determinados niveles de reservas en diferentes épocas del año, aunque en la oficina técnica están «expectantes» ante la cambiante situación meteorológica ya que episodios de calor obligarían a regar y a echar mano de los excedentes, pero nuevas lluvias harían ya necesario el desembalse de caudales. «No hay una certeza y no hay una previsión de desembalse tal día a tal hora», explica un portavoz de la CHJ, que añade que no se va a «desperdiciar» ni una sola gota.

Admiten que las lluvias recientes han provocado que las necesidades de regadío desciendan drásticamente y apuntan a que siguen llegando más aportaciones del tramo medio del río. De hecho, la CHJ esperaba acabar el año 2015 con unos 700 hectómetros cúbicos de reservas en el sistema Júcar y esas previsiones ya han cambiado para situarse en torno a los 800 por la bonanza climatológica de estos meses en forma de lluvias importantes. En el caso del embalse de Tous almacena más agua en este momento que en pleno invierno, ya que el pasado mes de enero acumulaba 81 hectómetros frente a los 86 actuales.

En 2009 y 2010 ya se produjeron desembalses en la presa de Tous por exceso de caudales, en el segundo de los casos cuando se elevó el nivel de la presa para una prueba de resistencia.

Pero los regantes insisten en que ahora es el momento de abrir el debate sobre las reservas de Tous y reclaman a la confederación y al Ministerio de Medio Ambiente que se mojen en esta tema y anulen la línea roja que impide embalsar Tous en épocas de riesgo. Además, Fortea, el líder de los regantes de la Ribera y también secretario de la junta de desagüe de la Albufera, insiste en que al lago no le hace falta en estos momentos ninguna aportación de agua desde la presa. «Ni hay riesgo en Tous, ni en l'Albufera; el lago está hoy ocho o nueve centímetros por encima de la cota cero, es un nivel bastante alto y si se maneja bien en las ocho fronteras, la Albufera no tiene ningún problema», añade el portavoz.

Un «desastre» en l'Albufera

Con todo, el gran problema de la Albufera llegará, según Fortea, antes de un mes, cuando los «vedats» y «tancats» del parque se inunden para la caza de patos «y dejen a la Albufera en seco porque en vez de esperarse a que llegue el agua de los fluyentes del Xúquer, lo cogen del lago como si fuera un embalse de cola y se lo van a cargar, y si luego viene un otoño lluvioso lo que ocurre es que se pudre la paja y si no se quema volveremos a tener problemas, va a ser un desastre porque l'Albufera se queda en mínimos y la confederación y la comisaría de Aguas tendrían que prohibirlo, pero nadie se moja».

La Comunidad de Regantes de Sueca ya ha emitido un bando advirtiendo de esta situación y avisa de que no se responsabiliza de los niveles de agua porque considera que no se puede gastar agua almacenada para la práctica de la caza de patos en el entorno del parque natural.

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