El secretario autonómico de Inclusión y de la Agencia Valenciana de la Igualdad, Alberto Ibañez, se comprometió ayer a que el Plan de Atención a las personas demandantes de asilo del Consell «contemple en la distribución de las personas refugiadas el número de personas migrantes ya existentes en los municipios acogedores y las zonas rurales que están sufriendo las consecuencias de la despoblación».

Ibañez se manifestó en estos términos tras conocer la propuesta expresada por la alcaldesa de Vistabella (Castelló), Belén Bachero, que ha solicitado que la Generalitat tenga en cuenta a la zonas rurales despobladas en el reparto de las acogidos «para frenar el abandono con la migración de muchas localidades rurales y mantener las líneas escolares».

Ibañez destacó la voluntad del gobierno valenciano de incluir esta propuesta porque, además de «colaborar solidariamente a mejorar la situación de las personas que huyen de la guerra, se contribuye a dinamizar zonas despobladas con alta dispersión de los núcleos de población. Es una oportunidad para gestionar en positivo la solidaridad», señaló.

Por otra parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, remitió ayer una carta a Mariano Rajoy en la que le traslada la oferta realizada por Balearia para traer refugiados a la región y le pide que «valore la medida» y permita el «ejercicio ciudadano de la solidaridad».

«La solidaridad no se prohíbe»

«La solidaridad, señor presidente, no se puede prohibir», afirma Puig en la misiva, en la que señala que desde «la lealtad institucional» espera que se valore la medida y se tomen «las decisiones necesarias que posibiliten que esta iniciativa pueda ser una realidad lo antes posible».