El señor otoño llega a las diez y veintiún minutos de la mañana de hoy a nuestras vidas, pero este año va a dejar en el fondo de la maleta los paraguas, impermeables y los jerseys abrigaditos y más a mano las toallas de playa y las camisetas de manga corta. La tercera estación del año llega con el propósito de ser más calurosa de lo que se espera a lo largo de sus tres meses de vigencia.

Así lo anunció ayer el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la C. Valenciana, Jorge Tamayo, que indicó que la tendencia de las temperaturas durante este otoño «estará por encima de lo normal» y que se trata de una situación que se va a producir en toda Europa y en el área del Mediterráneo.

En cuanto a las lluvias, todavía no se dispone de información precisa para vaticinar lo que puede ocurrir, aunque lo único que se aprecia es que en Galicia va a llover más de lo habitual.

Este otoño va a hacer más calor, entorno a uno o dos grados más de lo esperado, aunque como es de esperar esta situación se compaginará con alguna entrada de aire frío y días de temperaturas más bajas de las estimadas.

La previsión de lo que va a ocurrir los tres próximos meses se resume así: un 55 % de los días la temperatura estará por encima de lo esperado, en un 35 % de las jornadas otoñales, el termómetro estará por debajo de lo que corresponde a la estación y el resto, se adecuará a lo normal.

En síntesis se puede afirmar que este otoño será muy veraniego, «con predominio del buen tiempo, días más despejados y situaciones más estables», según definieron los meteorólogos.

Por otra parte, en el balance de fin de verano se reseñó que el de este año ha sido muy cálido y húmedo, con una temperatura media de 24,2 º que supone un 1,2 % más alta que la del promedio normal (23 º) y comparada con la serie media del periodo de treinta años (entre 1981 y 2010). Este verano ha sido el cuarto más caluroso desde 1950, solo superado por los de 2003, 2009 y 2012.

Un 7 de julio, inolvidable

El director Territorial Jorge Tamayo y el jefe de Meteorología Ángel Núñez indicaron que lo más destacable de la pasada estación fue el persistente calor de julio que arrancó a finales de junio y finalizó el 30 de julio con la entrada de una vaguada de aire frío que provocó una caída térmica y tormentas muy severas de viento y granizo. Entre las fechas a destacar, la del 7 de julio, que fue el día más tórrido,con 45,9 en Xàtiva, la más alta de España desde 2012.

Por otra parte, en el balance hidrológico se ha registrado una media de 107.4 l/m2, casi el doble del valor normal que es de 56,5 l/m2, lo que ha provocado que este verano sea el más húmedo desde 2002. En el mes de junio, en el área metropolitana de Valencia tres tormentas dejaron en el aeropuerto de Manises 113,3 l/m2, que es la más alta recogida durante ese mes en ese observatorio.

A pesar de que este verano han circulado muchas imágenes de tornados y trombas marinas, no se han registrado más que otros años. Los fenómenos más destacados se registraron en Buñol y Sagunt en junio y en Peñiscola a primeros de septiembre.