Programe su despertador para las 4 horas y 11 minutos de la madrugada del lunes. El espectáculo que en ese instante comenzará a teñir de rojo la bóveda celeste no le defraudará. La coincidencia de una «superluna» con un eclipse total de nuestro solitario satélite dará lugar a la más espectacular «luna de sangre» de las cuatro que se han sucedido en dos años.

Esta conjunción astral sólo ocurre cada 18 años, 11 días y 8 horas. Este es el tiempo que tarda en completarse la danza de eclipses de Sol y de Luna que se suceden sobre nuestras cabezas en perfecta sincronía y que los astrónomos conocen como el ciclo de Saros.

La vistosidad de este eclipse lunar, que cierra la tetralogía de cuatro «lunas de sangre» que se han repetido aproximadamente cada seis meses desde el 15 de abril de 2014, radica en que tiene lugar en el momento en que la órbita elíptica de nuestro satélite en su baile alrededor de la Tierra alcanza su perigeo. O sea, el punto en el que el planeta azul y su «amante» están más cerca „363,104 km„, lo que propicia que veamos la Luna un 14 % más grande y un 30 % más brillante.

Un eclipse total de luna tiene lugar cuando la sombra de la Tierra se interpone entre nuestro satélite y el Sol. Pero, entonces ¿Por qué vemos una inquietante luna llena de color rojo en vez de un disco negro? Enric Marco, investigador del Departament d'Astronomia i Astrofísica de la Universitat de València, nos dá la respuesta. «El color rojo se debe a la difracción de la luz del Sol al atravesar la atmósfera terrestre, y esa es la única luz que refleja la Luna».

Reflejo de la mayor puesta de sol

La capa de gases que se extiende unos 80 kilómetros alrededor del diámetro terrestre, actúa como una lente que a la vez que desvía la luz solar «absorbe todos los colores menos el rojo, que es el único que llega a la Luna», aclara Marco, autor de «Pols d'estels», el blog de astronomía en valenciano más visitado en internet.

«Si estuviéramos en la Luna, observaríamos „añade „ un eclipse solar con una Tierra completamente negra envuelta por una enorme puesta de Sol en todos sus puntos». Y esa hermosa luz roja es la que reflejará el «superespejo» de la luna llena en la madrugada de este lunes.

A todo esto hay que sumar que dicha luna roja llega pocos días después del equinoccio de otoño, con lo que permanecerá más tiempo encima del horizonte. «Al estar prácticamente encima del ecuador celeste saldrá muy al noreste y se pondrá muy al suroeste», explica Marco. Esto contribuirá a que a largar la duración del eclipse hasta las tres horas y 20 minutos, alcanzando su punto máximo a las 4.47 horas.

Para que la fiesta sea completa falta añadir el taurino «si el tiempo no lo impide», porque la previsión meteorológica es de cielos nubosos.