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Pacto

El Consell avala el rechazo del Júcar a ceder agua y busca otras alternativas para Alicante

Medio Ambiente defiende el actual trazado al Vinalopó y afirma que los trasvases sólo pueden ser soluciones complemetarias

El Consell avala el rechazo del Júcar a ceder agua y busca otras alternativas para Alicante

La Conselleria de Medio Ambiente avala el actual statu quo existente en la cuenca del Júcar, con un trasvase al Vinalopó plenamente operativo desde el azud de la Marquesa en Cullera, y entiende que los regantes del Júcar hayan decidido dar marcha atrás en su anunciada decisión de enviar hasta 12 hectómetros cúbicos desde el embalse de Alarcón a las comarcas alicantinas.

La conselleria «respeta» la decisión de los usuarios del Júcar, de la que informó ayer en exclusiva Levante-EMV, y destaca que era un acuerdo entre los propios usuarios de este río y los del Vinalopó que estaba avalado por el anterior Consell del PP y, por tanto, no compromete la política del actual ejecutivo de izquierdas, que se sitúa en las antípodas en materia hídrica respecto a la de su antecesor.

De hecho, el anterior gobierno autonómico era partidario del envío de caudales del Júcar hasta las comarcas alicantinas desde un punto situado aguas arriba de la presa de Tous, pero el actual entiende que el único trasvase posible es el que ya está construido y operativo desde el azud de la Marquesa en Cullera.

El acuerdo ahora roto fue anunciado antes de las elecciones autonómicas del pasado mes de mayo tras varios encuentros entre los regantes valencianos y alicantinos bajo la mediación de la Generalitat, entonces en manos del PP, y del Ministerio de Medio Ambiente y en la que también participaron técnicos del organismo independiente Cedex.

Fue precisamente el Gobierno el que impuso la presencia de los técnicos para que se determinara si el Júcar tenía recursos suficientes que permitieran una aportación extra al Vinalopó. Las conclusiones de aquellas reuniones no se han hecho públicas, pero los regantes valencianos están convencidos de que los resultados avalan su posición de que sólo hay excedentes en la Marquesa. De hecho, aseguran que no se hacen públicos precisamente para no dejar sin argumentos a los alicantinos. Aquel acuerdo abría la puerta por primera vez al envío de caudales desde el embalse de Alarcón a Alicante a cambio de una contraprestación económica que los usuarios de las comarcas alicantinas pagarían a los regantes de la Ribera. Ahora dan marcha atrás tras el cambio de gobierno en la Generalitat y el convencimiento entre los usuarios del Júcar de que el acuerdo no les resultaba beneficioso. Aunque llegaron a anunciar públicamente el pacto nunca suscribieron documento alguno.

Medida complementaria

Mientras, la consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián, aseguró la semana pasada en las Corts que los trasvases no pueden ser la única solución para paliar las necesidades de agua de otros territorios. Su departamento matiza que la política del actual Consell no es antitrasvasista sino que defiende esta solución como medida complementaria.

Medio Ambiente se muestra partidario de buscar consensos y, por tanto, nuevas alternativas para Alicante, ya que el Consell es consciente de la situación de escasez de agua para la agricultura en varias comarcas, muy especialmente el sur de Alicante, el área del Segura y también el norte de Castelló. La consellera Cebrián asegura que la Comunitat Valenciana tiene «recursos suficientes para no depender sólo de los aportes de agua ajenas». Añade que esos recursos hay que ponerlos en acción «sin que la demagogia de quienes llevan años haciendo negocio con el agua, ya sea ganando dinero o votos, nos desvie de nuestro camino responsable», afirma.

El PP, que promovió el pacto de Alarcón, guardó silencio ayer pese a que este diario pidió su opinión.

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