La Unió de Llauradors aseguró ayer que las tormentas acompañadas de pedrisco de este fin de semana han provocado daños «aislados» en el campo aunque en algunas localidades son «realmente graves» por el impacto del granizo en los cultivos. Tanto las lluvias como el granizo caído han sido «muy localizados» y como ejemplo señala que ha habido episodios «muy fuertes» con precipitaciones que superaban los 50 litros por metro cuadrado y a menos de cinco kilómetros apenas han caído cinco litros, según La Unió. En general, salvo zonas aisladas donde han sufrido los efectos del pedrisco, las lluvias se pueden considerar «beneficiosas» con excepción de aquellos lugares donde las precipitaciones han sido torrenciales y con problemas en las infraestructuras, aunque los daños se centran más en zonas urbanas.

Por tanto, considera que la valoración global de las lluvias es «muy positiva y beneficiosa» para el campo después de la sequía que se arrastra. Las precipitaciones servirán para ahorrar «algún riego», recargar los acuíferos, limpiar los árboles de posibles plagas, aumentar el calibre del fruto y regenerar los pastos.

El pedrisco del fin de semana se ha repartido por todo el territorio y ha afectado fundamentalmente a los cultivos de viña, olivar, almendro y en menor medida a los cítricos. En la viña, destaca que la vendimia estaba ya «muy avanzada» en las zonas productoras, donde se ha cosechado más del 80 %, salvo en la localidad de la Cañada en l'Alt Vinalopó, que presenta más retraso. La incidencia no será tan grave en este cultivo como hubiera sido hace unas semanas. El olivar es el cultivo «más afectado», sobre todo en zonas de Alicante, puesto que se encuentra en una fase previa a la recolección y «muy sensible» a los daños por pedrisco. Por tanto, los daños serán «cuantiosos» en las zonas afectadas.

En cítricos, en Almenara —el término más afectado— ha caído pedrisco en la parte más alta, en lugares donde ya había granizado antes y por lo tanto los daños se deben sumar a los anteriores. En frutales, en las zonas donde ha granizado prácticamente no hay, pero se está a la espera de si ha quedado afectada la madera.