El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se ofreció ayer para que la Comunitat Valenciana «sirva de de puente» entre Cataluña y el resto de España y ofrecer «una mirada diferente a la confrontación» tras el resultado de las catalanas. El presidente aseguró que «no se puede mirar hacia otro lado cuando el 47 por ciento de las personas que han votado quieren romper con España». En este sentido, el jefe del Consell insistió en que la única receta posible es el diálogo

Para Puig tras las elecciones, «están las cosas prácticamente como antes»: «Aquellos que no querían el diálogo ahora tienen doble ración», dijo, al tiempo que manifestó que hay que «abrir los ojos a la realidad», que es «compleja y nos hace ver que los que dicen que todo va a continuar igual son los que han perdido», porque «ha perdido el inmovilismo». Eso sí, tampoco han ganado los que dicen que hay que romper".

Ximo Puig indicó que además de las posiciones del «inmovilismo o la ruptura», hay «otra mayoritaria en la sociedad catalana y en la española que es el diálogo y que hay que cambiar las cosas para mejorar». A su juicio, «es evidente que la reforma constitucional es necesaria, así como también la convivencia garantizada a través el pluralismo».

«No podemos estar permanentemente en una situación en la que poco a poco se vaya continuando la fractura», señaló el también secretario general del PSPV, quien ha añadido que existe «una fractura dentro de la sociedad catalana y otra entre Cataluña y el resto de España».