Vicent Martí no es agricultor cualquiera. Este llaurador de Alboraia lleva años defendiendo la huerta de Valencia a título personal y desde plataformas ciudadanas. Estuvo ya en las movilizaciones por la pedanía de La Punta, cuando se desalojó a decenas de vecinos para construir la ZAL del puerto.

Martí es un firme defensor de la agricultura ecológica y llega, incluso, a considerar que una alimentación más sana evitaría la construcción de tantos hospitales «innecesarios». «Falta humanidad en la política», aseguraba a Levante-EMV tras finalizar la conferencia. Para Martí, «la política debe ir acompañada de humanismo y ética» y asegura que Oltra es de los pocos cargos públicos que cumple los requisitos.

Este activista, que vive del trabajo de sus manos en el campo, no desdeña la formación. De hecho es partidario de que todos los jóvenes agricultores se formen con profesores de la universidad y labradores veteranos.

Martí es muy crítico con las cadenas de distribución de alimentos y llama a la gente a comprar en mercados locales y pequeños comercios, donde el precio de la fruta y hortaliza compensa más a los que trabajan al sol.«Los jóvenes no quieren ser agricultores porque no se puede vivir de la tierra», lamenta.

Martí esperaba el cambio político como agua de mayo. «No me van a decepcionar porque hay gente con conciencia y muy bien formada», espera.