El primer temporal del otoño ha pillado a los turistas más rezagados todavía con ganas de playa. Los bañistas buscaron ayer sin suerte la bandera de la playa de l'Arenal de Xàbia. No ondeaba ninguna. El servicio de vigilancia, que presta Cruz Roja, acabó el miércoles. Ayer era uno de esos días en los que, por las olas de dos metros de altura y las fuertes corrientes, en esta playa debía izarse la bandera roja. Pero los socorristas ya no estaban para advertir del peligro de zambullirse en un mar embravecido.

La playa, sin embargo, estaba bastante concurrida. Los turistas más precavidos solo tomaron el sol. Colocaron sus toallas a varios metros de la orilla, ya que las olas llegaban hasta la mitad de la playa. El calor apretaba. De ahí que, a mediodía, numerosos bañistas optaran por darse un chapuzón. Las olas los zarandearon y arrastraron muchos metros. Pero ese estar a merced de las olas tiene para estos bañistas de octubre su atractivo. Se adentran en un mar revuelto sin que los socorristas los reprendan y les obliguen a meterse en el agua como mucho hasta las rodillas.

La temporada turística empieza a estirarse más allá del verano. Los municipios de la Marina Alta hace tiempo que porfían por conseguirlo. Pero, en octubre, cuando todavía apetece bañarse dado que el agua del mar mantiene unos 22 grados de temperatura, las playas se quedan sin socorristas.

En Dénia, en cambio, el servicio de vigilancia se ha alargado en playas como la del Raset hasta el 15 de octubre. Así se abraza el puente del 9 d'octubre, que todavía atrae a muchos turistas ávidos de sol y playa. El temporal, eso sí, ha escupido en Dénia toneladas de algas. La Marineta Cassiana ha quedado sepultada.