La justicia poética se prodiga más en el cine, especialmente en el americano, que en una realidad de carne y hueso a la que no es ajena la política. Según esa regla mágica la tierra, al final, siempre es para el que la trabaja. Pero la norma tiene un sinfín de excepciones. Una de ellas se llama Ignacio Blanco Giner (Algemesí, 1974). Entre la izquierda y en buena medida entre la derecha valenciana que lo ha sufrido hay consenso en que el exsíndic y excandidato de Esquerra Unida a la Generalitat no debería haber sido excluido por las urnas de la fiesta del cambio la noche del pasado 24 de mayo. Pero tras denunciar sobrecostes de Calatrava y mil escándalos más, él y su partido murieron en la orilla de la barrera del 5%.

Cuatro meses después, y tras haberse reincorporado a su plaza de funcionario de la Generalitat, Blanco volverá a la carretera para hacer una gira. Esta vez no será de mítines, sino de bolos de presentación del libro «Botiflers» (Balandra), que recopila 17 de sus más incisivas intervenciones en las Corts, comentadas por él mismo y prologadas por el periodista Adolf Beltrán. Son 17 pasajes que acreditan el «combate dialéctico, a menudo desde la indignación» de quien ha sido exponente del «buen parlamentarismo entendido como instrumento de lucha contra el abuso de poder», destaca Beltrán. El libro se presenta mañana en el Centre Octubre.

«El trabajo de EU no ha tenido recompensa electoral pero ha contribuido decisivamente a desalojar al 'Partit Podrit' de corrupción», explica Blanco, quien de forma elocuente subraya: «no hemos subido al tren del cambio, pero hemos hecho que pase el tren». Con la publicación de esos 17 capítulos se quiere testimoniar «la labor de denuncia y propuesta» que, agrega, no puede quedar enterrada por un «resultado electoral profunda y dolorosamente injusto». «Muchos me han transmitido sus elogios a nuestra contribución a dignificar este país. Se nos echará en falta», proclama el exdiputado. Las intervenciones seleccionadas y hechas todas «en el fragor del combate» son, dice, las más representativas de una legislatura de «recortes democráticos, corrupción, cierre de RTVV...», episodios todos que retratan «la impunidad del PP en su cortijo». Éste es un libro de combate sobre momentos de alto voltaje. Como la jornada parlamentaria del 6 de noviembre, un día después de que el TSJ anuló el ERE de Canal 9. «Botiflers, cova de lladres», clamaba Blanco a la bancada del PP.

¿Matará el mono de política con esta gira de presentación del libro? «Podría pensar que tendría mono de política, pero vivo muy feliz. No es una fase vital deseada, pero sí disfrutada. Tengo tiempo para el cine, viajar, teatro, ocio... he recuperado buena parte de mi vida. En un grupo tan pequeño como EU nos convertimos en seres unidimensionales», reflexiona. Con todo, recuerda, «soy persona con ideología y vocación de cambiar las cosas».

«¿En Compromís? Ciencia ficción»

Preguntado por si, tras el varapalo, EU ha encontrado la medicina para curar sus males o está desnortada, se sincera: «todo está enredado, hay mucha confusión y no sólo en EU sino en general en la izquierda. Hay que hacer autocrítica y reformular cosas, pero tampoco tengo la varita mágica». Apuesta por una alianza de Compromís, Podemos y EU en las generales. «Pero la unidad ha de estar basada en la coincidencia política y un proyecto estratégico que vincule no solo a partidos, también a fuerzas sociales. Tenemos la ocasión de acabar con el bipartidismo», subraya Blanco.

Por cierto, ¿la posibilidad de que un día vuelva usted a primera fila y en Compromís es factible o ciencia ficción?. «Es ciencia ficción, por supuesto», sentencia contundente.