Con este cambio, se producirá mi relevo al frente de la institución. Ser la presidenta del órgano que aglutina a todas las entidades locales de la C. Valenciana ha sido para mí un verdadero honor, un compromiso, que he procurado desempeñar con responsabilidad, y un aprendizaje a todos los niveles, sean personales o profesionales.

No puedo hacer un balance más positivo, porque como he mantenido siempre, mi vocación de servicio público ha sido fundamentalmente municipalista. Tanto es así, que como se dio cumplida información en su día, renuncié al cargo de diputada autonómica que debía ocupar, porque entendí que atender mis obligaciones como alcaldesa de Alzira y de presidenta de la FVMP requerían de toda mi dedicación, y es una decisión de la que hoy estoy tan convencida como aquel día.

Tras ocho años, he de reconocer que el paso por la Federación, ha sido absolutamente pedagógico, tanto en su vertiente externa como interna.

En la primera, conocer a fondo la realidad de otras comunidades, su entramado municipal, su problemática, y las soluciones adoptadas, así como la visión general que se tiene de la política municipal a nivel del Estado español, nos ha permitido compartir experiencias, aportar propuestas conjuntas, y enriquecer a su vez nuestras maneras de trabajar, porque la diversidad es qué duda cabe, riqueza, y siempre es bueno huir de los errores que han podido cometer otros, a aprehender también lo mejor de ellos.

En el nivel más interno, la búsqueda incesante del consenso, del encuentro entre todas las fuerzas políticas representadas en nuestros órganos colegiados „y por ende todas las que están representadas en cada una de las entidades locales de la Comunitat Valenciana„ ha sido, igualmente, el mejor de los ejercicios democráticos, y agradezco en lo mucho que vale el esfuerzo de quienes me han ayudado a conseguirlo; desde estas líneas gracias a todos por vuestra implicación.

Muchos han sido los hitos que han jalonado estos ocho años que duda cabe, fundamentalmente la ley 8/2010 de Régimen local de la Comunitat Valenciana, y la ley 27/2023 de Racionalización y sostenibilidad de la administración local a nivel estatal, han sido los dos más importantes, por nuestra participación activa en su periodo precio de consultas, como y desde luego, por la transcendencia y repercusión de ambas en el ámbito de lo local.

Eso, y la grave crisis económica que asoló muchos de nuestros ayuntamientos y el resto de administraciones y que ha marcado sin discusión alguna un antes y un después en la gestión municipal. Una vez más, y en este triste escenario, los ayuntamientos han demostrado, no solo que son la administración más cercana al ciudadano, y que ha actuado para solventar sus problemas inmediatos con más celeridad, sino también que su compromiso con el bienestar general y con las situaciones comprometidas de los ciudadanos es difícilmente superable. Este es el tipo de cosas que me hacen sentirme convencida de mi vocación municipalista y ligada ahora y siempre al trabajo de miles de cargos electos municipales que han demostrado no solo su honradez con mayúsculas, sino su eficacia en la gestión, su entrega y natural disposición por crear y para todos, una sociedad mejor.

Segura estoy de que quienes nos sustituyan en estas nobles tareas en la FVMP seguirán manteniendo este espíritu, que es el que corresponde a una sociedad democrática, transparente, avanzada y eficaz como todos queremos y merecen nuestros ciudadanos.