La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, arrancó ayer en Valencia una campaña electoral en la que, según dijo la número dos de Rajoy, la Comunitat Valenciana será «una pieza clave». Tras cuatro años de frías relaciones con la organización valenciana y cuando está en juego seguir o no en la Moncloa, Cospedal se empleó a fondo en dar calor al PPCV y en atacar al Ejecutivo de Ximo Puig al que puso como ejemplo de desgobierno y de anticipo de lo que podría ocurrir en España si el PP pierde las generales. «En cien días Puig no ha hecho nada, son la política del eslogan», añadió.

Invitada a la junta directiva y al comité de campaña en la sede del PPCV y con los barones provinciales, el expresidente Alberto Fabra y la exalcaldesa de Valencia, Rita Barba, sentados en la primera fila, Cospedal defendió la gestión realizada por el PP tanto en España como en la Comunitat y cargó contra el nuevo Consell. Al PSPV le acusó de saber «qué camiseta ponerse» y lamentó su indefinición sobre algunos temas como los Països Catalans. «¿Por qué no se pondrán la camiseta de la C. Valenciana, que siempre se ha puesto el PP?», dijo.

Es más, sostuvo que Rajoy siempre ha prestado «ayuda» a la Generalitat al margen del color político y como muestra de que «no somos sectarios» puso los 1.600 millones de euros que llegarán a la C. Valenciana en 2016 por las liquidaciones y el ahorro de intereses.

Cospedal reprochó al Consell que se queje de que no hay dinero. «Si lo hay, gracias a que se ha gestionado con rigor»,subrayó en alusión al Ejecutivo de Fabra. En esta clave, Cospedal animó al PPCV a dar la cara por la gestión realizada: «Gracias al PPCV la Comunitat es un ejemplo de servicios y tiene, sino lo estropea ahora el PSPV, una gran educación y Sanidad». «Hemos hecho mucho y no podemos permitir que tanto esfuerzo no sirva para nada», advirtió. «Si no saben hacerlo ellos que nos dejen a nosotros que sabemos cómo hacerlo», añadió. En su balance, apenas hubo una tibia alusión a los casos de corrupción: «Hemos cometido equivocaciones y las hemos asumido».

Como hizo Rajoy el sábado, Cospedal cogió el guante de la reivindicación del nuevo modelo de financiación. Admitió que la financiación ha «perjudicado» a la Comunitat, pero lo atribuyó al modelo aprobado por Zapatero. En clave interna reiteró su apoyo a Bonig: «Es la mejor presidenta» , subrayó.

Un presidente que deambula

Por su parte, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, advirtió a Puig que no permitirá que se utilice la financiación como un ataque político el 9 d'Octubre. «Que no intenten politizar una fiesta que es de todos», indicó, si bien se mostró dispuesta a, por responsabilidad, apoyar a Puig en un cambio de modelo pero «no de forma gratuita».

En tono mitinero, ahondó en las críticas a Puig por sus declaraciones sobre el conflicto catalán e ironizó sobre el bipartito formado por «un presidente que el pobre deambula para ver dónde se sitúa y una vicepresidenta que quiere ocupar todo, hasta los problemas mundiales»