Aumentar los vínculos económicos, políticos y culturales entre los países euroasiáticos, entre Oriente y Occidente, es el objetivo del proyecto de la "Ruta de la Seda", una iniciativa de la que forman parte 32 países y de la que Valencia es el "punto focal y angular" en el Mediterráneo.

El president de la Generalitat, Ximo Puig, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y embajadores de algunos de los países que forman parte de la Ruta de la Seda han celebrado hoy un encuentro en la Lonja de Valencia, una de los edificios emblemáticos dentro de esta ruta junto al Colegio Mayor de la Seda.

Todos los embajadores han coincidido en destacar la importancia de esta ruta, que nació hace 2.300 años, para aumentar las relaciones comerciales, pero también para promocionar el entendimiento mutuo, el turismo, la tolerancia, el diálogo y el respeto a los distintas religiones y modos de vida.

Algunos de ellos han hecho referencia al drama de la refugiados que se está viviendo en la actualidad, e incluso han llegado a pedir que este problema se resuelva "urgentemente" por parte de la Unión Europea, "aplicando una política migratoria conjunta".

Ximo Puig ha destacado esta iniciativa que quiere "valorizar el enorme patrimonio tangible e intangible de la seda", una actividad a la que el nombre de Valencia ha ido unido desde hace siglos.

"La Ruta de la Seda acercó en su momento Europa y Asia y es hoy algo más que un apunte de los libros de Historia, puede de verdad ser una realidad viva que una y hermane a pueblos muy diversos y absolutamente singulares", ha señalado.

García Margallo ha destacado abrir horizontes nuevos y perspectivas es una de las características de la sociedad valenciana, que se encuentra, ha dicho, en una situación "estratégica y privilegiada" y ha destacado su atractivo turístico.

El embajador José María Chiquillo, coordinador en España del Programa UNESCO de la Ruta de la Seda, ha destacado que esta iniciativa pretende incrementar la amistad entre los pueblos, proponiendo el impulso de infraestructuras terrestres y marítimas que mejoren la conectividad entre China y España.

También pretende garantizar el desarrollo económico, la creación de empleo, la generación de riqueza y el crecimiento sostenible, así como la paz y la prosperidad, ha indicado Chiquillo, quien ha destacado que este proyecto supone una "oportunidad histórica" para la ciudad de Valencia.

En el primer encuentro del programa de la Ruta de la Seda celebrado el pasado mes de mayo en Xian (kilómetro cero del recorrido), España pidió una revisión de los mapas históricos de la ruta que terminaban en Venecia para que se incluyera Valencia, con edificios históricos como la Lonja, que en 2016 conmemorará los 20 años de su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Los próximos 10, 11 y 12 de junio, la capital valenciana acogerá el segundo encuentro de ciudades de la Ruta de la Seda, que pondrá a la capital valenciana en el mismo plano de igualdad que Xian, Estambul, Samarcanda o Venecia.