La de este año promete ser una procesión cívica diferente. Quienes antaño no quisieron portar la Senyera porque no querían tener que entrar a la Catedral de Valencia con ella y acudieron fieles cada año a la manifestación que cada tarde del 9 de octubre se eregía en la fiesta «alternativa» de la Comunitat Valenciana y en un acto de rechazo contra los gobiernos populares, serán los protagonistas de la fiesta. Y es que hoy será Joan Ribó, el alcalde de Valencia, quien porte una Senyera que no entrará en la Catedral de Valencia. Además, por primera vez, el partido que gobierna la ciudad participará activamente en la manifestación convocada por Acció Cultural del País Valencià bajo el lema «Un nou finançament per a un nou País Valencià». Aunque Ribó no podrá asistir, sí se espera que rostros conocidos de su partido a nivel local y autonómico estén allí. Más efemérides: esta será la primera vez en la historia reciente en la que el alcalde de la ciudad sea el portador de la Senyera Ni Rita Barberá, ni Clementina Ródenas, ni Ricard Pérez Casado lo hicieron.

Tal y como establece la tradición, junto a Ribó, uno de los borlones que penden del mastil de la Senyera será transportado por el secretario general del Ayuntamiento de Valencia, ya que es el funcionario de mayor graduación después del alcalde. El resto de borlas serán portadas por concejales del arco político municipal. El traslado se dividirá en tres tramos y, en cada uno de ellos, cambiarán los concejales para garantizar así la paridad entre sexos por deseo del consistorio y que todos los partidos intervengan en la procesión.

Pero sin duda el cambio más polémico en esta Procesión Cívica ha sido la negativa del consistorio a que la Senyera entre en la Catedral de Valencia para celebrar el Tedeum que tradicionalmente preside el arzobispo de Valencia. La inclusión de esta misa como parte oficial de la procesión cívica es una decisión que tomó la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá. En 1991, la edil popular apostó por revestir el acto con el sello eclesiástico de la Misa de Acción de Gracias porque, según defienden desde su partido, es eso lo que hizo en su día el propio Jaume I cuando conquistó la ciudad. Sin embargo, esta «intromisión» de lo religioso en la festividad va en contra del principio que defiende la nueva corporación en relación a las fiestas populares: separar lo religioso de los actos oficiales, apostando así por la laicidad que, argumentan, se establece en la Constitución Española.

Esta decisión no agradó en absoluto ni al arzobispado de Valencia ni al Partido Popular. Así, el cardenal y arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, va a situar en sustitución de la Senyera oficial la Senyera de Lo Rat Penat. A Cañizares le parece «muy legítimo que la corporación municipal decida libremente no asistir al Tedeum», pero sin embargo ha defendido que «el pueblo valenciano sí que asistirá a través de su representación que es la Senyera», por lo que consideraba la medida fuera de lugar. «Valencia tiene unas raíces cristianas, las del amor, de la caridad, de la justicia, de la defensa de la persona humana y su dignidad, está constituida por ellas y si Valencia pierde esas raíces deja de ser Valencia, digan lo que digan», dijo.

Lejos de esas raíces, el consistorio ha decidido convertir la Procesión Cívica en un acto más multicultural, apostando por la vertiente religiosa «con un carácter ecuménico» según explicó el concejal de fiestas, Pere Fuset. Así, al acto están invitadas las principales confesiones religiosas de la ciudad: católica, musulmana, judía y consejo evangélico.

En esta apuesta por marcar distancias con lo anterior, este año el descenso de la Senyera estará acompañado por un disparo de salvas y la melodía de la Marcha de la Ciudad, una composición anónima del siglo XVI y que, según el protocolo, acompaña tradicionalmente a la enseña en el recorrido de la procesión cívica. Esta marcha está incluida como preámbulo en el himno de la Comunitat Valenciana, obra del maestro José Serrano y letra de Maximiliano Thous.Hasta ahora, durante el descenso sonaba el himno de España, que pasará ahora a interpretarse una vez bajada la enseña y, cumpliendo la legislación, volverá a hacerlo en la ofrenda floral que se realizará en el Parterre al igual que sucederá con el himno Regional. El himno de España dejará por tanto de ser el protagonista en uno de los momentos más emotivos de la jornada.

Novedades en la «lista de invitados»

El cambio también se ha hecho sentir entre el listado de instituciones que acudirán al acto. Así, el consistorio ha invitado como «nuevas incorporaciones» a los sindicatos, las asociaciones profesionales y a entidades ciudadanas como el Consejo de la Juventud de la Comunitat Valenciana. También acudirán entidades cívicas centenarias como el Tribunal de las Aguas y Lo Rat Penat, que ya asistían, y otras como la Sociedad Económica de Amigos del País, el Ateneo Mercantil o la Sociedad Coral el Micalet, además de los galardonados con las distinciones de la ciudad, exalcaldes y asociaciones festivas. A todas ellas se les ha ofrecido la posibilidad de ofrecer una corona al Rey Jaume I.

Además, esta Procesión Cívica también podría ser la primera en la que el consistorio se viese obligado a utilizar el «Senyera-móvil», un vehículo acristalado y diseñado para transportar la señera y que nunca ha sido utilizado ante la amenaza de lluvia que avanza la Agencia Estatal de Meteorología.