La Procesión Cívica de ayer tuvo importante presencia institucional y también algunas ausencias notables. Además del alcalde de Valencia, estuvo toda la corporación, el presidente y la vicepresidenta de la Generalitat, Ximo Puig y Mónica Oltra, así como las principales autoridades municipales y autonómicas. Pero en el desfile no se vio, por ejemplo, a la alcaldesa Rita Barberá, que estaba invitada y había asistido poco antes al «Te Deum» en la catedral. De los anteriores regidores sólo acudió a la cita Fernando Martínez Castellanos, el primer alcalde de la democracia.

Tampoco estuvieron los anteriores presidentes del Consell, Alberto Fabra, Francisco Campos y Eduardo Zaplana, aunque Fabra y Zaplana habían estado minutos antes en el acto institucional de la Generalitat.

Sí acudieron a la cita los representantes de las cuatro principales confesiones religiosas. A falta del «Te Deum» de la catedral, suprimido después de 24 años, el ayuntamiento decidió invitar a los representantes católicos, musulmanes, evangelistas y judíos. Y todos acudieron a la cita, aunque el cardenal Cañizares asistió a la bajada de la Reial Senyera y luego se marchó, por lo que no acompañó a su «compañeros» en el desfile.

En general, la procesión resultó multitudinaria fuera y dentro del recorrido, pues este año, en aras de una mayor cota de civismo, se ha invitado a las principales entidades sociales, culturales y sindicales de la ciudad, que agradecieron la invitación.