La confección de listas es la versión política del reparto de la herencia en las familias. Sólo que la bronca se produce cada cuatro años y no una sola vez en la vida. Este proceso de elaboración de candidaturas en el PSPV para las generales del 20 de diciembre está registrando unos índices de conflictividad ajustados a las circunstancias de un partido amodorrado al abrigo de la moqueta. Hay quejas, pero es bastante improbable que se escenifiquen en el comité nacional que hoy ha de aprobar las listas que los comités provinciales le elevaron ayer.

Unas candidaturas que la dirección ampliada del PSOE deberá validar en su reunión de este sábado. En estos casos, el descontento y la falta de nervio en los partidos se mide en ausencias en las reuniones.

Las tres cabeceras de lista son una declaración de intenciones de Ximo Puig y de la estrategia del Consell que preside. En especial, la elección de Julián López y de Artemi Rallo para encabezar las candidaturas de Alicante y Castelló, respectivamente. El primero, actual secretario autonómico de Financiación, es uno de los mayores expertos en la materia. Puig quiere que se convierta en corresponsal suyo para defender las posiciones de la Generalitat en la «guerra» abierta para reclamar una financiación justa.

Rallo, profesor de Constitucional, será el peón de Puig de cara a la reforma constitucional que la izquierda y los nacionalistas desean.

La número uno por Valencia, Ana Botella, es Técnico de la Administración General del Estado (TAG) y ha ocupado puestos directivos en el Impiva y en el Institut Turístic Valencià, precedente de la AVT, está llamada a integrarse en el área económica del futuro grupo socialista del Congreso.

En manos de Boix y Orengo

El presidente de la Generalitat delegó las negociaciones y conversaciones para la elaboración de las listas en el vicesecretario de organización del partido, Alfred Boix, así como en el de relaciones institucionales, José Manuel Orengo. Son unas candidaturas muy de la cuerda de la dirección.

En los diez puestos de salida si se atiende a los resultados de 2011 (cuatro por Valencia, otros tantos por Alicante y dos por Castelló) solamente hay dos personas alineadas con el secretario general desde antes del congreso de Alicante o desde el día después, pero sin pedigrí neolermista. Se trata del secretario provincial de Valencia, José Luis Ábalos, que va de dos, y Ciprià Ciscar, que ocupa el puesto número cuatro. El de sufridor, según diversas encuestas.