Hace muchos, muchísimos años, en el PSOE se dirimió una agria polémica entre quienes, con el entonces presidente Felipe González al frente, pensaban que el partido debía ser «el criado del Gobierno» y quienes, comandados por Alfonso Guerra, defendían que la organización tenía la misión de vigilar a la Moncloa y «tirar de la cuerda hacia la izquierda».

En el PSPV no ha llegado a transplantarse ese debate, pero sí empezaba últimamente a echar raíces la idea de que el partido está adormilado, desde que Ximo Puig entró en el Palau, el 28 de junio. Y especialmente conforme destacados miembros de la ejecutiva han ido ocupando cargos en el Consell. Consciente de la situación, el presidente Ximo Puig ejecutó ayer una remodelación a fondo de la ejecutiva para reanimar al partido. Relevó a todos los cargos con responsabilidades en el Consell. Puig ha decretado, de hecho, la incompatibilidad entre los cargos ejecutivos en el partido y los puestos de gestión en las administraciones.

Aprovechó la convocatoria de la ejecutiva y del comité nacional para aprobar las listas y allí comunicó los cambios que afectan a la mitad de la permanente, el órgano reducido de la macroejecutiva de 69 miembros alumbrada por el congreso del PSPV en Alicante en abril de 2012. Los cambios, que incluyen la creación de siete nuevas áreas, fueron validados por el comité nacional. «Hay que reforzar a la ejecutiva en un momento en que el partido es más importante que nunca», proclamó el presidente ante el comité.

Entre las entradas en la nueva dirección destacan precisamente las de los cabezas de lista en las legislativas por Valencia y Castelló, Ana Botella y Artemi Rallo, que serán secretarios de Sectores Productivos y Empleo y Reformas Democráticas, respectivamente. Botella dependerá de Julián López, que sigue de vicesecretario de Economía, dado que dejará la secretaria autonómica de Financiación para liderar la candidatura por Alicante. El secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, cede esa área en el PSPV a Inma Sánchez, de la dirección federal de CC OO. Soler, persona de la máxima confianza de Puig, sigue de vicesecretario. La diputada autonómica Concha Andrés ha sido designada secretaria de políticas sociales „sustituye a Anaïs Menguzzato„, mientras que el expresidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar Juan José Moragues se sitúa al frente del área de Infraestructuras para relevar a Francesc Signes. Regina Campos llevará Agricultura; Luisa Alama, Desarrollo Rural y Zulima Pérez deja la secretaría de Universidades en manos de Yolanda Porcar. Adolf Sanmartín asume el área de Medio Ambiente y la exdiputada Jeannette Segarra llevará Deportes.

Ejecutiva con Bandas de Música

El presidente de la diputación, Jorge Rodríguez, hasta ahora responsable de Industria en la ejecutiva, asume el cargo de secretario de relaciones con las diputaciones. Esto es, el enlace del PSPV en el proceso de liquidación de las instituciones provinciales. La incorporación más mediática es la del actor Ferran Gadea, al que Ximo Puig sitúa como secretario de Industrias Culturales. Sea crea la secretaría de Bandas de Música, donde se sitúa a Pedro Vicente Alamà, de Llíria.

El líder socialista ha dado entrada en la ejecutiva, sin área asignada, a sus principales alcaldes: Gabriel Echávarri (Alicante), Amparo Marco (Castelló), Carlos González (Elx), José Benlloch (Vila-real) y José Chulvi (Xàbia).