El expresidente de la Diputación de Castelló, Carlos Fabra, consiguió ayer su primer permiso penitenciario solo ocho meses y medio después de ingresar en la cárcel de Aranjuez. Fabra, que ha alegado motivos de salud, estará fuera de la prisión desde hoy hasta el martes.

Permanecerá los cuatro días en Madrid en la vivienda de una de sus dos hijas. Ahora confía en que le concedan el tercer grado -régimen de semilibertad- en diciembre o enero y esgrime que ha cumplido la cuarta parte de la condena, según avanzaron ayer fuentes de su entorno.

El juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 3 de Madrid concedió ayer la autorización al exbarón del PP provincial, informó a primera hora de la tarde el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid. Fabra puede acogerse a este beneficio al sobrepasar el pasado 30 de agosto la cuarta parte de su pena. Ya había solicitado anteriormente el permiso dos veces y se le había denegado, señalaron sus allegados, que indicaron que para lograrlo ha expuesto también un agravamiento de su estado de salud como consecuencia del trasplante de hígado al que se sometió 2010.

Estos cuatro días de libertad los disfrutará en compañía de sus hijas en una urbanización de Madrid, agregaron las mismas fuentes, que recordaron que Fabra escogió el centro de Aranjuez para poder estar cerca de ellas. Se descarta un regreso a Castelló para evitar los focos mediáticos.

El ex presidente del PP de Castelló se encuentra clasificado como interno de segundo grado, que contempla un máximo de 36 días libres. En julio, inició los trámites para solicitar el tercer grado después de certificar el pago de los 1,4 millones de la multa e indemnización fijados en la sentencia. Este abono ha sido imprescindible, además, para que haya podido acceder el permiso penitenciario. La junta de tratamiento del centro de Aranjuez ha de valorar la petición de tercer grado. La familia espera que en un plazo máximo de dos meses se le apruebe, por el que gozaría de 48 días en libertad y pasaría a un centro de inserción social.

El entorno de Fabra apunta que su estado de físico ha empeorado desde que se encuentra en la cárcel, y ésta será la primera razón que esgrimirá para lograr el tercer grado. También su avanzada edad - 70 años-. Cuando reclamó el indulto al Ejecutivo central mencionó su enfermad y el trasplante hepático.

Fabra ha visto reducida su pena de los cuatro a los tres años, ya que ha sido condenado a un año por cada uno de sus cuatro delitos de fraude fiscal, y según el Código Penal, ha de cumplir el triple de la pena máxima de un delito (un año), es decir, tres años.

Afrontará hoy su primera salida de la prisión de Aranjuez, a la que accedió el 1 de diciembre para hacer frente a la condena por estafar 693.000 euros a hacienda. Anteriormente, el Gobierno de Mariano Rajoy denegó la petición de indultó.

Disfrutará de unos pocos días en libertad, pero no ha llegado a tiempo para ver los primeros vuelos del aeropuerto de Castelló, que patrimonializó en su etapa al frente de la diputación cuando soltó a su nieto: «¿Te gusta el aeropuerto del abuelo?».