Aún está en fase de estudio, pero el nuevo plan que prepara el Consell para combatir la pobreza energética va tomando forma ya que la previsión es que sea una realidad en 2016. Y es que desde la Generalitat Valenciana conocen los datos y son demoledores: unas 50.000 familias afrontan todos los pagos con unos ingresos inferiores a 532 euros. Por ello, para el Consell es una «prioridad» elaborar un plan para ayudar a las familias más pobres o en riesgo de exclusión social a pagar las facturas de los suministros eléctricos básicos. Y en esas están.

Tras la primera reunión „hoy se aborda un segundo encuentro de trabajo„ el secretario autonómico de Inclusión y de la Agencia Valenciana de Igualdad, Alberto Ibáñez, aseguró que dicho plan contempla una parte social «para evitar que a ninguna familia le corten la luz en los meses de más frío y de más calor y que se encauzará a través de las entidades locales» y otra parte orientada a conseguir «una mayor eficiencia energética mediante campañas de sensibilización de uso responsable, e informativas sobre cómo optimizar el consumo de las familias». De esta forma, además de ayudar de forma económica a que las familias hagan frente a los recibos también se les orientará sobre cómo consumir menos y optimizar los recursos.

Atención a las cooperativas

Asimismo, el secretario autonómico indicó que la Generalitat también activará la colaboración con las empresas eléctricas, «poniendo especial atención a las cooperativas y pequeñas iniciativas». Además, seguró la intención del Consell de «instar al estado a redefinir el bono social que pagan las grandes eléctricas españolas para que su uso no sea generalista sino específico en aras de combatir la pobreza energética de las familias en situación de exclusión social».