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Oltra y Ribó, frente al Bloc

"O pacto o Iniciativa con Podemos"

El partido de Oltra amaga con presentarse con la formación de Pablo Iglesias sin el Bloc y los nacionalistas lo ven un órdago

"O pacto o Iniciativa con Podemos"

El País Valencià perdió desde el punto de vista de su conciencia nacional tres trenes en la historia: la Renaixença, la II República y la Transición. Entonces, ¿«serà d'esquerres o no serà», que decía Fuster? «El País Valencià lo harán los maestros o no será», completó el periodista, político y ensayista Francesc de Paula Burguera, recién fallecido. El debate en Compromís sobre pactar o no con Podemos tiene algo que ver con la enseñanza y mucho con los trenes que pasan. Y este puede ser histórico: tener una voz propia solvente, con grupo propio, en Madrid.

Compromís reventó todo techo imaginable en las autonómicas: 456.823 votos, el 18,7%. Dos puntos menos que el otrora todopoderoso PSPV, el que consideraba un grano molesto al valencianismo político organizado en la UPV y luego en el Bloc. Mònica Oltra, la locomotora electoral, se coronó reina de Compromís, como pudo comprobarse en la negociación del Consell con el PSPV frente a Enric Morera.

El posible pacto entre Podemos y Compromís es un tren a punto de llegar a una estación, la de la izquierda valenciana, en cuyo andén esperan unos cuantos. Oltra defiende el acuerdo como inversión para forjar la casa común de la izquierda valenciana en la que alojar a las gentes de Podemos de cara a las autonómicas de 2019. De paso, se iría diluyendo el peso del Bloc, el alma valencianista de Compromís que a menudo choca con compañeros de viaje como Iniciativa que, a fin de cuentas, tiene referentes y anclajes más allá de Almansa.

El pasado 24 de mayo, entre Compromís y Podemos sumaron 739.212 votos frente a los 509.098 del PSPV. El pacto permitiría a Oltra, ahora sí, arrogarse el 'liderazgo' de ese caudal, con sus 32 diputados en las Corts invocados en su día para relegar a Puig. La vicepresidenta, que aparcó cuatro años sus aspiraciones, quiere ahora reiniciar esa carrera mientras Ximo Puig sigue por radio el partido del pacto, consciente de que, como sucede en la última jornada de liga futbolera, su suerte depende de otro encuentro.

El Bloc reclama un Consell General

El partido lo va perdiendo Oltra, que está en minoría en la ejecutiva de Compromis (el Bloc tiene 11 de 21 representantes) y en el Consell General, máximo órgano entre congresos. Ayer, expresó su «confianza» en que «todavía hay tiempo para un acuerdo». «En Compromís tenemos experiencia en pactar en el último minuto», dijo.

El líder del Bloc reiteró la propuesta que ya formuló en la maratoniana ejecutiva del martes: que decida el Consell General de Compromís, el órgano competente. Apostó por dar voz a las bases para que eleven propuestas. Pero Oltra le recordó que la opción que allí se vote ha de ser elevada por la ejecutiva. Por la tarde, el Bloc difundió un comunicado en el que admitía que si hay un acuerdo de ejecutiva „abrió esa puerta„ podrá votarse en el Consell General.

Y subrayó que en el consell nacional que el Bloc tiene convocado para el sábado en ningún caso se va a enmendar la plana a sus afiliados, que en un 75% (1.113 votos) dijeron no a Podemos. El líder valencianista sabe que en las bases hay mucha resistencia al acuerdo. Y cada día más. Por eso, la dirección convocó la consulta. Si hoy se repitiera, es probable que hubiera más noes. Porque el tiempo ha corrido en contra de Podemos y de quienes como Oltra quieren el pacto. Hasta destacados dirigentes del Bloc antes proclives han ido virando su posición al calor de las encuestas y de la posición antinacionalista de Podemos en Cataluña.

Un miembro de la dirección subrayaba que no recordaba un factor de cohesión interno tan efectivo como el rechazo a ir con Podemos. Los choques municipales entre ambos también han ayudado.

El segundo socio mayoritario, Gent de Compromís, también rechazó el pacto (300 votos de 500). Pero el más ilustre de sus miembros, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, es firme partidario del acuerdo. Hasta el punto de sentirse soliviantado en la ejecutiva. Como si lo invitaran a irse, llegó a recriminar.

Instalados en este bloqueo, las partes buscan su plan B. En Iniciativa piden a Oltra que dé un paso al frente y asuma la posibilidad de asociarse a Podemos al margen del Bloc. No sería una ruptura, sino un cese temporal de la convivencia para evitar el divorcio, vienen a decir. «A ver cuántos votos sacaría el Bloc Nacionalista Valencià en solitario», asestan a sus socios. Y reprochan al Bloc que los acuse de forzarles siempre a pactar (con VerdsEquo o la Primavera Europea), cuando «luego los diputados son para el Bloc». «Al menos ahora serían nuestros», avisan.

Si no es grupo, será subgrupo

En el Bloc creen que este amago de pacto Podemos-Iniciativa es sólo un «arma de presión». Mantienen que pervertir su ADN de obediencia valenciana no les sale a cuenta si no tienen grupo en el Congreso. El líder de Podemos, Antonio Montiel, garantizó que el acuerdo se haría ante notario, pero admitió que podría haber problemas «jurídicos» para formar grupo, aun cumpliendo los requisitos de lograr el 15% en las tres circunscripciones y 5 diputados. Montiel garantizó que si la Mesa no permitiera el grupo, se haría un «subgrupo» transitorio, que tendría tiempos de intervención, financiación y medios. No hay peor fuego que el amigo, debieron de pensar Oltra y Ribó.

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