El Consell desclasificará miles de hectáreas de suelo rústico declaradas como suelo urbanizable durante el boom del ladrillo, que no han llegado a edificarse por la crisis inmobiliario. El golpe de timón del Consell a la política urbanística de los últimos años, por ahora sólo de palabra, la adelantó el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante la sesión de control de las Corts Valencianes. «¿Va a hacer algo para salvar de la especulación urbanística las más de 50.000 hectáreas de suelo rústico que fueron declaradas urbanizables durante el "boom" inmobiliario?», preguntó la portavoz de Ciudadanos, Carolina Punset.

«Sí», respondió escuetamente el jefe del Consell, como le había pedido la síndica. «El "laissez faire, laissez passer" no tiene nada que ver con este Consell», se explayó después Puig, al desvelar las intenciones urbanísticas del gobierno valenciano para los próximos años.

Al respecto, Punset instó al Consell a «cambiar el modelo productivo y para ello, hay que cortar en seco las posibilidades de especulación con el terreno en la Comunitat Valenciana», por lo que pidiórevertir las reclasificaciones del suelo rústico a urbanizable. Puig se mostró «absoluta y radicalmente de acuerdo con el diagnóstico». Aunque recordó que del modelo urbanístico actual «no solo participó un gobierno ansioso de recursos, sino una gran parte de la sociedad, por lo que todos tenemos una parte de responsabilidad, aunque nos más y otros menos».

Por ello, la Generalitat pretende enfocar esta patata caliente de la herencia urbanística a través de «instrumentos de planificación territorial supracomarcales o metropolitanos» que facilitará el trabajo a los ayuntamientos que quieran «desclasificar» (volver a rústico) el suelo reclasificado a urbano durante el boom del ladrillo. Otros dos eternos planes de protección pendientes de publicar y aplicar, el de la huerta y el del litoral también permitirán que «por lo menos, salvemos lo que hay y después actuemos respecto a muchas edificaciones con un planteamiento erróneo de base», sentenció Puig, quien no citó en ningún momento proyectos polémicos como Puerto Mediterráneo en Paterna que enfrenta a socialistas (a favor) y Compromís (en contra) por su ejecución. El trabajo que le queda por delante a la Generalitat es ingente, a la vista de la situación comarca comarca. Entre 2003 y 2012 se aprobaron 2.000 planes urbanísticos, según admitió la Conselleria de Territorio. El volumen de suelo reclasificado, pero que sigue rústico, o urbanizado pero sin edificar alcanza las 52.000 hectáreas, según calculó el catedrático de Geografía, Eugenio Burriel en 2014.

La playa virgen de la Safor

En la Safor el nuevo rumbo urbanístico tendrá un efecto destacable en la playa de l'Auir de Gandia. Esta franja litoral virgen al norte del término y rodeada de zonas protegidas, es urbanizable desde 1983, pero nunca se ha presentado ningún proyecto. Son dos millones de m2, afectados por la Ley de Costas y por espacios naturales protegidos del Marjal de la Safor, a poniente, y la desembocadura del río Vaca, al norte.

Otras «macrourbanizaciones fantasma» que se anunciaron y que no llegaron a contar con la clasificación de suelo urbanizable son los PAI La Vall del Mar, en Tavernes de la Valldigna (4,5 millones m2) Granata Golf, también en Tavernes, (1,5 millones m2), o las urbanizaciones con campo de golf en Simat de la Valldigna, Palma de Gandia, Alfauir y Villalonga, que sumaban 7 millones de m2.

En Llíria existen diversos PAI que suman casi 700.000 m2 que no han podido ser desarrollados por la crisis económica. Antes de las elecciones muinicipales al menos un centenar de propietarios de suelo incluidos en sectores urbanísticos clasificados como urbanizables pidieron al exalcalde Manuel Izquierdo que se les aplicara el IBI rústico en lugar del urbano ya que hasta cinco sectores susceptibles de ser urbanizados están parados pero pagan como si estuviera urbanizado.

En el Camp de Morvedre, ayuntamientos de La Baronia y Les Valls esperan conocer como la nueva política urbanística supondrá un alivio para los propietarios de terrenos en los planes pendientes de ejecutar tras la reclasificación de los terrenos. En Sagunt y Canet d´En Berenguer no tienen PAI pendientes.

El urbanismo en la Costera

Xàtiva aprobó durante la pasada legislatura la derogación de cinco programas urbanísticos proyectados durante la época del ladrillo y suspendidos por la crisis. Desde hace años, la Asociación de propietarios del PAI Cànyoles pide la desclasificación del suelo rústico reclasificado como urbanizable durante el boom urbanístico y sin desarrollar. El colectivo, que agrupa a unos 50 propietarios, pelea en los tribunales contra el pago de un IBI hinchado que no se corresponde con el valor real de sus terrenos. En la ciudad existen 200 parcelas ancladas a esta situación. El nuevo equipo de gobierno se ha mostrado comprensivo con los agricultores afectados y ha anunciado una revisión del PGOU.

En Ontinyent, desde 2007 se han aplazado 13 proyectos urbanísticos que contemplaban 3.600 viviendas. Entre los PAI suspendidos en la zona destaca Anna, donde unos inversores compraron terrenos rústicos junto a la Albufera para levantar 1.000 viviendas y un campo de golf. El proyecto anunciado en 2007 duerme el sueño de los justos. En Novetlè, la Generalitat enterró un plan que pretendía duplicar el número de casas de la localidad. Bèlgida suspendió también un PAI que proyectaba multiplicar por 10 su población, con la construcción de 3.200 viviendas.

PAI empantanados en la Marina

En la Marina Alta, hay más PAI que se quedaron empantanados tras iniciarse las obras (el de Penya Roja de Pego, de 2.000 viviendas e impulsado por Martinsa Fadesa, es una urbanización fantasma) que proyectos que se quedaron sobre el plano. Con todo, la nueva política afectaría al suelo de Racons, en el litoral de Dénia. La promotora del PAI Racons II, de 353.959 metros, sería uno de los que ahora sería inviable, pues el suelo pasaría a ser rústico. En el litoral de Les Marines e incluso en el cinturón del núcleo de Dénia, en la zona conocida como Bosc de Diana, también quedarían fuera de juego planes urbanísticos y el ayuntamiento podría salvar pleitos millonarios que mantiene con las promotoras.

Parcent evitaría que pudieran reactivarse PAI en los terrenos en los que hace años se presentaron programas urbanísticos para construir 1.800 viviendas . La conselleria de Territorio rechazó estos planes y el nuevo PGOU debía consolidar el valor forestal y paisajístico de la zona. En Xàbia, dos PAI pendientes el Saladar (un humedal desecado situado junto a la playa de l´Arenal) y el de Huertos del Montgó suman 700.000 metros cuadrados.

Información elaborada por: Laura Ballester, Francesc Arabí, Juanjo García, Sergi Sapena, Mónica Arribas, Sergio Gómez, Alfons Padilla y José Miquel Vigara.