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Presupuesto

El bar de las Corts mantiene a 2,5 euros las copas de güisqui para los diputados

Las bebidas de alta graduación no están en el contrato pero en la práctica tienen precios irrisorios

El bar de las Corts mantiene a 2,5 euros las copas de güisqui para los diputados

La cafetería con precios subvencionados de las Corts „119.000 euros de aportación anual„ garantiza a los diputados, funcionarios y visitantes consumiciones con alcohol de alta graduación a precios irrisorios, imbatibles en el mercado. No en balde, a los diputados que en la anterior legislatura, en las sobremesas de los días de pleno, tenían por costumbre jugar una partida de chamelo, la copa de balón de güisqui de malta les costaba 2,50 euros (cinco euros si la dosis se pedía completa).

No es la única bicoca en esta contrata cuya subvención oficial, según el presupuesto de las Corts para 2016, se incrementará un 10 % con el fin de regularizarla fiscalmente y que la empresa adjudicataria pague el IVA por la contraprestación económica. Así, el clásico cubalibre de ginebra cuesta lo mismo, 2,50 euros. Un precio que ni en las fiestas del pueblo. El chupito de güisqui, otro clásico de las sobremesas, sale por 1,50 euros. Y si hay que espabilar, el carajillo de coñac está a 1,20 euros. Para los almuerzos o las comidas, la cerveza de un tercio se vende en la barra del bar parlamentario a 0,75 euros (1,15 si es bote) y la copa de vino, a 0,95. El quinto se queda en 0,65. La botella entera de vino no tiene competencia en los restaurantes del entorno del Palau de les Corts, 3,85 euros.

El portavoz de Podemos en las Corts, Antonio Montiel, propondrá que la Cámara retire del paquete de consumiciones subvencionadas por las Corts las bebidas alcohólicas. Sin embargo, la idea puede ser burlada ya que el alcohol de alta graduación no figura en la lista de productos cubiertos por la subvención oficial que figura en el pliego de condiciones del concurso que rige esta licitación. En la práctica, sin embargo, se le aplica el mismo régimen de precios baratos.

Montiel, como informó Levante-EMV, también instará a eliminar la subvención a los menús de los diputados y sus visitas, de forma que solo se mantenga para los funcionarios. Es el sistema que existe en parlamentos como el de Andalucía y Madrid. Podemos exige la revisión inmediata del contrato para hacer este ajuste y reducir, en consecuencia, la cuantía de la subvención del Parlamento. Y pide que en abril se licite el servicios con las nuevas condiciones.

En la actualidad no es habitual ver consumir alcohol de alta graduación a los diputados, aunque en el pasado era una escena que se repetía con más frecuencia, sobre todo durante las largas tardes de los miércoles de pleno. Algunos parlamentarios, una minoría, hacían varias visitas. La anécdota más célebre es la broma que el PP hizo a su compañero y posterior alto cargo, Jorge Lamparero, en un debate de presupuestos, ya de madrugada. Cuando, ya en la tribuna, dio un sorbo al vaso de agua, se encontró con una sorpresa. Le habían dado el cambiazo por vodka.

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