Benardo Herradón, del Instituto de Química Orgánica del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), es otra de tantas voces autorizadas que reclama poner en valor la ciencia y a los científicos españoles, a menudo al margen de las decisiones que se cuecen en los ámbitos políticos. Herradón no participó en todo lo que concierne al almacén subterráneo de gas frente a las costas de Vinaròs, el proyecto Castor, pero sí que cree que es un ejemplo de lo poco que se consulta con los expertos proyectos de tal envergadura.

En una entrevista recogida en el área de Cultura Científica del CSIC Herradón, que no se cansa de divulgar la ciencia por todo el país, cree que el científico, sin querer sonar arrogante, «tendría que ser un líder de opinión en la sociedad, porque al fin y al cabo la ciencia está detrás de casi todo». Tras recordar por ejemplo que «cuando se habla de presupuestos detrás están las matemáticas», añade que «si vamos a cuestiones como el problema energético, nos encontramos con temas como la escasez de combustible o los recientes en el almacén subacuático de gas frente a las costas de Castellón», planta que, como se recordará, está estos días en pleno proceso de investigación en un juzgado de Vinaròs.

En este punto, Herradón es contundente al señalar que «si se hubiese consultado a los científicos, por ejemplo geólogos, quizá no se habría construido, pero nunca se les consulta cuál debe ser la política energética». Pone como ejemplo el propio CSIC que, «como organismo multidisciplinar, debería estar asesorando al gobierno de turno, a nivel local o nacional, sobre aspectos relacionados con la ciencia».

A su juicio, los gobiernos, sean del color que sean, «suelen despreciar la ciencia, no son conscientes de que todo lo que nos rodea es ciencia; aquí los políticos son muy cortoplacistas, viven de elección en elección».